La Autoridad Vasca de la Competencia (AVC) ha constatado que se ha producido una gran subida de precios en los alimentos básicos en Euskadi entre enero de 2021 y agosto de 2023, con la leche como mayor exponente, con un aumento del 49,5%, pero no ha detectado comportamientos anticompetitivos. El año de mayor incremento del coste de los productos fue 2022 provocado, sobre todo, por la guerra de Ucrania.
La AVC ha publicado un estudio sobre la evolución de los precios de los alimentos básicos en Euskadi entre enero de 2021 y agosto de 2023, periodo en el que se experimentó un periodo de inflación, que redujo el poder adquisitivo de los consumidores y les "forzó, en el mejor de los casos", a modificar sus patrones de consumo hacia productos más asequibles o de menor calidad "y, en el peor, dificultándoles el acceso a una alimentación saludable y equilibrada".
Según ha informado este organismo autónomo, el informe analiza la variación de precios de alimentos seleccionados entre 2021 y 2023 en Euskadi, así como las diferentes fases de la cadena de valor en las que se han producido (producción, transformación, distribución mayorista y distribución minorista), "y cómo otros factores, más allá de los de 'shocks' macroeconómicos como la guerra en Ucrania, han podido influir en ella".
Los alimentos elegidos para el análisis son los pescados frescos, pan, charcutería, carne de bovino, carne de ave, huevos y leche, que en conjunto representan más del 50% del valor monetario de la cesta de consumo en Euskadi.
Subidas de entre un 18 y un 50%
El estudio observa que el índice de precios al consumo (distribución minorista) de los alimentos seleccionados incrementó en Euskadi entre un 18 % y un 50%, cifras similares, pero ligeramente inferiores a lo observado en el conjunto del Estado.
En concreto, el producto que registra un mayor incremento en el periodo analizado es la leche (49,5%). Le siguen de cerca el de los huevos (42 %) y, a más distancia, el de la carne de vacuno (23,2 %), el pan (19 %) y la carne de ave (18,9 %). El que registra un menor incremento es el pescado fresco y congelado (18,2%).
Sin conductas anticompetitivas
Considerando la cadena de valor en su conjunto, el patrón más común es un gran aumento en la fase de producción, que progresivamente se va aminorando hasta llegar a la fase de distribución minorista.
Existen excepciones, como en la fase de distribución mayorista del pescado, en las que se observan incrementos menores que los registrados en la fase de distribución minorista; en la fase de transformación de los huevos el aumento ha sido mucho mayor que en la fase anterior; y en la de distribución minorista de la leche se observa un incremento mayor que el que se dio en la fase de transformación.
Sin embargo, ninguna de estas anomalías se ha podido relacionar con conductas anticompetitivas. En lo que se refiere al periodo analizado, aunque el precio de los alimentos seleccionados ha aumentado de forma generalizada entre 2021 y 2023, algunos alimentos como el pan o la carne de bovino lo han experimentado desde 2021.
Subidas más importantes en 2022
Sin embargo, analizando las posibles causas, el estudio subraya que, en general, 2022 ha sido el año en el que más incremento ha habido. Concluye, por tanto, que el aumento en los precios de las materias primas y en la energía causados por el inicio de la guerra en Ucrania ha sido la causa principal de unos incrementos en los precios de producción, de transformación y de distribución que, en muchos casos, no tenían precedente.
En cuanto a 2023, según el documento, en la mayoría de los casos se ha ralentizado la tendencia inflacionaria con una estabilización, e incluso descenso, de los precios de algunos productos. Sin embargo, otros, como la charcutería o la leche, han continuado subiendo, si bien de forma más moderada.
Los precios a nivel estatal han seguido una evolución muy pareja, lo que, según el informe, respalda el hecho de que el principal factor condicionante de la subida de precios sea a nivel macroeconómico, con hechos como el inicio del conflicto en Ucrania.