La exposición de niños a comestibles y bebidas que contienen cannabis, con el consiguiente potencial de toxicidad aguda, ha aumentado de forma constante en los últimos cinco años en Estados Unidos de la mano de una mayor disponibilidad de estos productos, advirtió un estudio que publica este martes la revista Pediatrics.
"Los padres y madres y otros adultos que usan productos con marihuana que son comestibles deberían asegurarse de que sus niños y niñas no puedan conseguirlos", señaló la publicación de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).
Investigadores en el Departamento de Medicina de Emergencia de la Escuela de Medicina de la Universidad del Sur de Illinois realizaron un análisis de datos de exposición pediátrica en el Sistema Nacional de Intoxicación. Entre 2017 y 2021 se registraron 7.043 casos de exposición de niños al cannabis, con 207 de ellos en 2017 y 3.054 en 2021, lo cual representa un incremento de 1.375 %, señaló el estudio.
El 97 % de estos casos ocurrieron en un contexto residencial y 90 % en el hogar mismo de los menores expuestos, indicaron los autores.
El 27,7 % de los casos de menores de edad que consumieron golosinas u otros comestibles con cannabis correspondieron a niños de 2 a 3 años de edad, y un 24,6 % a menores con edades entre 3 y 4 años.
Los investigadores pudieron rastrear los datos sobre la evolución médica de 4.827 casos y hallaron que el efecto clínico más común (70 %) fue la depresión, seguido por la ataxia (7,4 %), la agitación (7,1 %) y la confusión (6,1 %). De todos los casos reportados, un 22,7 % de los pacientes fueron hospitalizados.
"Los productos con cannabis se han hecho cada vez más accesibles a medida que más estados han legalizado el uso de marihuana con fines médicos o para recreación", indicó el artículo.
A comienzos de 2017 sumaban 30 los estados que, junto con el Distrito de Columbia, permitían el uso de cannabis con propósitos médicos, y ocho los estados además de DC que permitían el uso con fines recreativos.
Al término de mayo de 2022 sumaban 39 los estados que con el Distrito de Columbia permitían el uso médico, y 18 estados que junto con DC permitían el uso recreativo por parte de adultos.
Los investigadores concluyeron que "se ha registrado un incremento consistente en las exposiciones pediátricas al cannabis a lo largo de los últimos cinco años, con el potencial de toxicidad significativa".
"Es importante que los proveedores estén al tanto de este riesgo en su práctica, lo que representa una oportunidad importante para la educación y la prevención", puntualizaron.