¿Cuándo y cómo empezó a trabajar en el mundo de la fontanería?
Estuve en la escuela hasta los 13 años. Entonces me fui a trabajar a una imprenta. Se ganaba poco y me fui de fontanero, con Ángel Arratibel. Era de Donostia, pero vivía en Zumarraga. Estuve con él hasta un año antes de ir a la mili. Después estuve con un fontanero de Gaintza, llamado Vicente Garmendia.
¿Cuándo se puso por su cuenta?
A los dos días de volver de la mili. Arratibel me había enviado a hacer un curso de instalaciones de gas y estuve toda la mili trabajando con el gas. Cuando volví de la mili, me puse por mi cuenta. Nos exigieron un carné de instalador de gas para poder trabajar y fui el único de la zona que aprobó el examen. Tengo el carné número 39 de Gipuzkoa.
¿Cómo se trabajaba en aquella época?
Empezamos haciendo calefacción. Con Arratibel había hecho calefacciones por gravedad y la primera calefacción de gas la hice en mi casa, en 1976, para probar.
Fue pionero, por lo que aquellos primeros años tendría mucho trabajo.
Mucho. Y no solo en esta zona. En la empresa Orbegozo de Zumarraga se hacían cocinas y con esas cocinas hacíamos calefacción, pero no estaban preparadas para hacer calefacción. Eran cocinas a las que les añadíamos una paila. Daban el calor que daban. En el año 1980 llegaron las primeras cocinas alemanas. Daban mucho calor. Tenía la exclusiva de la zona y monté muchas cocinas en los caseríos. Habremos instalado entre 500 y 1.000 cocinas en los caseríos de Gipuzkoa.
Ha sido innovador.
Teníamos un sistema que permitía separar el agua caliente de la calefacción sin utilizar ninguna válvula ni bomba. Hacíamos funcionar la instalación por gravedad. Le indicábamos el camino al agua. Por otro lado, con la energía solar térmica había un problema: en invierno, las placas se congelaban y en verano no se podía parar la instalación. La gente subía a los tejados y las tapaba para que no siguieran calentando. Nosotros patentamos un aparato que tiene 19 ventajas. La presentamos en una feria de Madrid, en colaboración con Orkli. Esta empresa de Ordizia nos compró la patente. En la Universidad de Deusto supieron de la existencia de este sistema y nos llamaron para dar una charla en un curso sobre edificación sostenible.
Siguen trabajando con cocinas.
Mi hijo vio que en el tema de la biomasa y las cocinas podía haber futuro y a raíz de eso empezamos de nuevo a trabajar con cocinas. Tenemos la distribución de la empresa austriaca Lohberger para España y Portugal. Son cocinas calefactoras, de leña. Tenemos la única cocina de leña y pellet que se enciende con el teléfono. Además, avisa a la fábrica cuando sufre una avería. La leña es un combustible muy barato que puede salir a 2-3 céntimos el kilovatio. Vendemos, instalamos y asesoramos a otros instaladores. Hemos ido a Catalunya, Cantabria, La Rioja, Burgos, Hendaia…
Quién nos iba a decir hace 30 años que volverían las cocinas de leña...
Estamos volviendo… y cada día más. También tenemos calderas de gasificación de leña, trabajamos la geotermia y la aerotermia, hemos hecho más de 100 instalaciones de energía solar en Gipuzkoa, tenemos cocinas de pellet, estufas de pellet, estamos empezando con la fotovoltaica…
En invierno puede haber problemas con el gas. ¿Se está dejando notar ese temor?
Nuestras cocinas de leña y pellet están teniendo un gran éxito. Tenemos problemas de suministro porque en Alemania y Austria se están vendiendo mucho por el problema del gas. Aquí también hay bastante demanda. La gente está cogiendo miedo y quiere desconectarse. Si tienes la posibilidad de ser autónomo en un 80%, ¿por que no hacerlo? Por otro lado, hice un cálculo de lo que se podría ahorrar en España, utilizando solamente la energía solar para agua caliente. Una ducha con gas nos cuesta unos 20 céntimos. Si multiplico los días de sol por los habitantes que hay en España y por 20 céntimos, me salen casi 3.000 millones de euros de ahorro. Y la cifra de ahorro en emisiones de CO₂ es brutal.
¿Se está apostando lo suficiente por la energía solar térmica?
El Gobierno Vasco está subvencionando las instalaciones de energía solar térmica, pero algunos instaladores no se lo ofrecen a la gente. No sé por qué.
¿Cuál va a ser el futuro?
El futuro pasa por la aerotermia con fotovoltaica. Tenemos que utilizar pellet y biomasa para tener los montes limpios. Es una fuente de riqueza que estamos perdiendo. La demanda de leña hace que se limpien los montes y genera economía circular. El dinero que no gastamos en gas, lo gastamos en leña. Con lo cual, ese dinero no se va a Argelia o a Rusia y va a generar riqueza aquí. Dependemos de otros países, cuando aquí se nos están quemando los montes. Con los incendios, echamos a perder esa fuente de energía. Emitimos CO₂ sin aprovechar esa energía. Debido a la banda marrón, en Gipuzkoa tenemos toneladas de madera de pino con las que no sabemos que hacer. Esa madera es ideal para combustible. Hay gente que este invierno va a pasar frío, cuando se nos están quemando los montes. También tengo que decir que el Gobierno Vasco ha retirado las subvenciones a las cocinas y calderas de leña y no sabemos por qué. En Gipuzkoa el 99% de los caseríos se calientan con leña.