La leyenda de Luis Scola sigue más viva que nunca y tiene visos de continuar en los próximos años. Tomás Scola, el que fuera hijo del que para muchos aficionados azulgranas es todavía el mejor jugador en la historia del Baskonia, acaba de debutar en las categorías inferiores de la selección argentina. Lo ha hecho con apenas 15 años y en partido correspondiente al Sudamericano de jóvenes de su edad.
Argentina se estrenó el miércoles ante Bolivia en el estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires. Las promesas albicelestes, entre las que se encontraba el hijo de Luifa, superaron ampliamente a Bolivia por 111-43 en este torneo internacional que supone una buena vara de medir para los que pueden ser los herederos de Luca Vildoza, Facundo Campazzo, Nicolás Laprovittola y compañía en el equipo nacional.
Tomás Scola, un zurdo de dos metros de altura, juega como ala-pívot en las categorías inferiores del Varese, club en el que Luis jugó antes de su retirada y del que ahora es el máximo accionista.
Frente a los bolivianos sumó 11 puntos y 5 rebotes ante la atenta mirada de su orgulloso padre, que no quiso perder un día tan señalado en la todavía corta carrera de uno de sus cuatro hijos.
Los medios argentinos hacen hincapié en que Tomás, de sangre vitoriana tras haber nacido en 2005 en la capital alavesa, puede tener un interesante porvenir en el baloncesto, deporte al que comenzó a aficionarse durante la pandemia.
Quien primero confió en sus condiciones, aun siendo hasta dos años menor que la mayoría de sus compañeros, fue Leonardo Gutiérrez, el entrenador del equipo U17 de Argentina y quien vivió gratos momentos en el deporte de la canasta junto al gran icono del Baskonia entre 1998 y 2007.