Una de las leyes de Murphy sostiene que todo lo que es susceptible de empeorar irá mal y en el caso de la Real y los horarios de los partidos se ha vuelto a cumplir. Después de que entre las instituciones que gobiernan el fútbol español hayan dejado al equipo de Imanol con menos tiempo de preparación que sus rivales tanto de Copa como de Liga, la propia Liga ha anunciado que cambia la hora del partido de Mestalla. Si había quedado señalado para el domingo 19 de enero, víspera de San Sebastián, a las 18:30 horas, ahora se deberá disputar a las 21:00 horas.
Esa misma jornada se juega un Osasuna-Rayo, que según la designación inicial, se hubiera tenido que jugar 48 horas después del duelo copero de los vallecanos en Anoeta. Así, modificar este partido al domingo a las 18:30 horas ha provocado a su vez que el partido de Mestalla pase a la franja nocturna.
Al malestar principal por el hecho de que la Real vaya a recibir al Rayo el próximo jueves con tres días menos de preparación (los vallecanos juegan este viernes en casa ante el Celta; la Real recibe al Villarreal el lunes), y fuera a viajar a Mestalla con dos días menos que el Valencia (juega la Copa el martes), se suma ahora un detalle que solivianta a buena parte de la afición realista de Donostia y Azpeitia.
A la espera de cómo planifique la Real dicho viaje, conviene no obviar que si en circunstancias normales la expedición realista podía estar al filo de la medianoche en Donostia, el cambio horario modificará también la ruta y el descanso posterior.
Ese jueves la Real viaja a Roma a un importante partido en casa de la Lazio para intentar apurar las opciones de evitar el play-off de la Europa League y ahorrarse una eliminatoria. El conjunto laziale jugará ese domingo a las 18:00 horas en Verona.
El remate: víspera de San Sebastián
Conviene recordar que el 19 de enero es víspera de San Sebastián, con muchos compromisos sociales en ambas localidades antes de que a medianoche comience de manera oficial la fiesta patronal con las respectivas Izadas.
Lejos quedan aquellos años en los que los operadores televisivos tenían en cuenta este tipo de vicisitudes para programar los horarios, como en aquella memorable victoria 3-2 en Anoeta ante el Barcelona con aquel postrero gol de Imanol Agirretxe a centro de Carlos Martínez.
¿'Castigo' a la Real?
Visto desde fuera, parece difícil tomar más decisiones sutiles pero perjudiciales para una entidad como las que han tomado en las últimas semanas LaLiga y la RFEF. Tanto que hay quien piensa que la Real está recibiendo las facturas de sus últimos movimientos en los despachos en Madrid.
Por un lado, porque el club que presiden Jokin Aperribay decidió apoyar al Real Madrid en las elecciones a la Comisión Delegada de la Liga. Con su presidente, Javier Tebas, y el mandatario madridista, Florentino Pérez, como enemigos íntimos, esta decisión de la Real, que había prometido devolver el voto al representante del Athletic, no habría gustado en la patronal del fútbol.
En un primer momento, esta decisión no afectó al club bilbaino, puesto que además del de la Real, ya contaba con los tres votos necesarios para entrar en dicho órgano junto al Celta y el Girona, aunque la presión que sufrió el conjunto gallego propició que Ibaigane se quedara sin asiento en la citada comisión.
Y en el caso de la RFEF, hay que recordar el episodio de la eliminatoria copera ante el Jove Español. Aplazado por la DANA de Valencia, la Federación dictaminó que aquel partido debía disputarse en una semana internacional, a escasos días del derby de San Mamés.
La Real se opuso a ese horario, pero el recurso se llevó un sonoro rapapolvo por parte de la RFEF, lo que no impidió a la entidad de Anoeta acudir a la justicia ordinaria. Una decisión que no suele gustar en las elites burocráticas del fútbol y que podía tener sutiles consecuencias.