La mano de Gattuso ya se nota en Mestalla

Si el Gennaro Gattuso jugador mordía sobre el césped, el Gennaro Gattuso entrenador dentellea en el área técnica. Sin sentarse nunca en su asiento reservado en el banquillo. Porque aunque al italiano le gusta que sus equipos jueguen un fútbol de toque, posesión y presión alta; sigue siendo el mismo de siempre. Intenso y explosivo. Rozando la polémica. Ya lo demostró en su paso por los banquillos de la Serie A, en su trabajo en el Milan, el Nápoles -con quien ganó la Copa Italia en el 2020- y en una Fiorentina en la que no llegó a debutar. Y tan solo le hizo falta un partido oficial con el Valencia para dejar claro que Mestalla disfrutará del Gattuso de siempre. El de toda la vida. De hecho, el técnico ché fue uno de los grandes protagonistas de la victoria ante el Girona (1-0), en el estreno de LaLiga Santander.

Dominó a su público, a las 39.359 personas que acudieron para presenciar su debut, como quiso. Lo espoleó para presionar al rival, al árbitro e incluso al reloj. Fue vehemente en la banda. Fue pesado. Fue visceral. Tanto que terminó amonestado con tarjeta amarilla por encararse con el cuarto árbitro. Por ello, todo parece indicar que el Athletic sufrirá el próximo domingo (17.30 horas/Movistar LaLiga) a un Valencia entregado a su entrenador, que juega con el corazón y que no se da nunca por perdido.

Así pues, la verdad es que el primer encuentro de la temporada del Valencia fue tenso. Mestalla lleva mucho tiempo echando un pulso con su club, con su presidente y con la Federación Española de Fútbol de Luis Rubiales. Disputa acrecentada por la dura sanción de cuatro partidos a su capitán, José Luis Gayá, por unas declaraciones en contra del estamento arbitral. Pero en medio de esa casi eterna guerra apareció Gattuso para mimetizarse con el ambiente. Para cambiar las quejas de la grada por tres puntos y un inicio ilusionante. Porque la mano del italiano también se notó sobre el césped. Cierto es que el Valencia ganó a un recién ascendido por la mínima y gracias a un penalti cometido por la mano de Valery y transformado por Carlos Soler. Pero también lo es que supo defender el resultado a pesar de quedarse durante más de cuarenta minutos con un jugador menos por la expulsión de Cömert.

Fue entonces, en ese justo momento, cuando salió a relucir el mejor Gattuso. El que sabe estimular a los suyos y, a la vez, jugar con la paciencia del rival. Así, el técnico ché contagió a los jugadores su energía, pasión y carisma. Tiró de pizarra para subsanar el error de Cömert y el Valencia terminó por desterrar el juego directo de la época de José Bordalás -que les llevó a una final de Copa- para aferrarse a los tres puntos con un derroche físico increíble.

Dudas

Sin embargo, a pesar de la victoria y de la gran imagen que proyectó Gattuso, el Valencia dejó claro ante el Girona que necesita refuerzos. Sobre todo si quiere aspirar a algo más que la mitad de la tabla. Tras la salida de Gonçalo Guedes al Wolverhampton, el técnico italiano ya habló de dos o tres fichajes antes del cierre de mercado, pero todo parece indicar que el conjunto ché llegará a San Mamés con lo puesto. De hecho, a la baja de Gayá por la sanción del TAD -aunque el Valencia recurrirá al tribunal de lo contencioso-administrativo parece que no llegará a tiempo para el Athletic- y la de Cömert por la roja ante el Girona; puede unírsele la de Gabriel Paulista.

El central brasileño ya se perdió la primera jornada de liga por unas molestias en los isquiotibiales y, aunque no está descartado todavía para San Mamés, de momento solo ha completado una sesión con el grupo. Por ello, parece que Gattuso tendrá que volver a disputar una jornada liguera con importantes bajas en defensa.