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La Mano de Irulegi se convierte en el nuevo icono de los adornos

El artista donostiarra Mikel Aranburu reproduce el hallazgo en collares y predice una oleada de nuevos formatos con este símbolo
El collar con la mano de Irulegi creado por Iñigo Aranburu.

Los adornos en Euskadi han tenido símbolos históricos como el lauburu, el eguzkilore y hasta la barandilla de La Concha, a los que desde este lunes se ha sumado la mano de Irulegi. El artista donostiarra Mikel Aranburu ha tratado de adelantarse a todo el mundo “antes de que empiece a estar muy trillado” y ha convertido el objeto hallado en el yacimiento navarro en collares que ya vende en su tienda del barrio de Gros y de forma online.

Aranburu lo tuvo claro desde el primer momento. Nada más leer la noticia del hallazgo creyó que sería buena idea adaptarla a un collar. “Pensé que sería muy bonito poder llevarla encima. Es un símbolo para estar orgullosos”, explica a este periódico sobre el descubrimiento que ha puesto patas arriba la historia del euskera. Acostumbrado a trabajar sobre chapa y a utilizar la madera en caso de reproducir el 3D, en esta ocasión ha optado por utilizar el zinc y así “no complicarse” más de lo necesario. “Vi que era fácil reproducirlo, en Internet hay fotografías de gran calidad y están todas las medidas, así que me dije: ¿para qué esperar?”, cuenta.

En tan solo un día ya tenía su primer collar, que ya ha vendido, y desde entonces su cuenta de Instagram no ha parado de recibir nuevos encargos. “Creo que de cara a la Navidad es un regalo bonito que mucha gente va a querer poder llevar”, explica sobre este adorno que vende a 30 euros. También le han llegado otras propuestas, como la de una mujer de Pamplona, para la que adaptará el amuleto a un tamaño más grande y que pueda ser usado como bienvenida en la entrada de su casa. “Me hace mucha ilusión porque al parecer esa era la función original del objeto”, revela.

De cara al futuro no descarta llevar el icono a otros formatos, según la demanda, y ya se plantea convertirlo en, por ejemplo, un broche. No obstante, ve en ello una complicación: incluir la inscripción de la mano en un tamaño tan pequeño. “Soy grabador, pero para hacerlo lo más realista posible tendría que haberlo hecho con un punzón, que es cómo se hizo, pero era muy difícil”, explica Aranburu, quien finalmente ha optado por pintar con un rotulador las palabras que aparecen en el grabado, entre las que figura la que es la inscripción en euskera más antigua de la historia: sorioneku.

El nuevo eguzkilore

Con este collar, el artista donostiarra ha tratado de adelantarse al boom que prevé en torno a la mano. “Estoy seguro de que se va a convertir en un nuevo eguzkilore y se va a utilizar para todo, por lo que he preferido hacerlo antes de que empiece a estar muy trillado”, explica.

La creación de Aranburu no es la única que puede encontrarse ya en las redes sociales. La alavesa Sonia Ruiz de Arkaute, por ejemplo, crea bajo pedido colgantes de la mano de Irulegi en plata, que vende a un precio de 25 euros.

“Tarde o temprano también será posible encontrarlo en oro, pero el color será diferente. Yo he intentando hacerlo lo más fiel posible al original”, indica Aranburu, que confía en que su creación sirva a otras personas a animarse y elaborar sus propias manos de Irulegi. “Va a ser el nuevo icono de Euskal Herria”, pronostica.

17/11/2022