AL caserío Etxerre, allá donde nació Santiago de Arana Ansotegui, padre de Sabino Arana, a la altura de Alameda Rekalde, justo en las tierras que hoy ocupa el colegio de Escolapios, iban a cantar hace ahora 120 años. No en vano cuentan que se servía un fabuloso bacalao al pil pil y que el pueblo, alegre, se arrancaba. Uno de aquellos grupos es el embrión de lo que hoy se conoce como la Masa Coral del Ensanche. La sede de la institución pasó después por la taberna Urrutia, de Lertsundi, por el bar Ezkurra, de Arbolantxa; por los pisos altos del legendario Ideal Cinema, por los locales de Labayru y, desde hace bien poco, por un espacio cedido por el Ayuntamiento de Bilbao, en la plaza Moraza, un local que tiene su acceso por la plaza del Funicular y que ayer celebró su inauguración.
Son amantes acérrimos de la zarzuela así que cuando llegó a la cita el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, en compañía del concejal Gonzalo Olabarria, se arrancaron a cantarle en formación de coro para recibirle. “Señor alcalde, sea bienvenido, tralará, tralará (voces agudas); troloró, troloró (voces graves)...” A Juan Mari se le veía emocionado. ¿Se contuvo un lagrimón? Esa impresión dio. Hubo, además, un intercambio de obsequios: un par de ejemplares del libro escrito por Enrique Murgoitio, Cien años de bilbainismo, para Juan Mari y Gonzalo; una figura cerámica de Don Diego de trazo moderno que entregó el propio alcalde a la presidenta de la Masa Coral del Ensanche, Ana Bastida. Testigo de todo ello fue Toño Rodríguez, alma, corazón y vida de la Masa Coral.
Hubo un pequeño recital antes del ágape. Arrancó con la Ronda de enamorados de La del soto del parral o un dúo cómico de El caserío, con Adhara Martínez y Alberto Núñez al frente, previo a las florituras y hermosuras vocales de la soprano Patricia Sesar. La pianista Georgina Barrios lo ilustraba todo.
Y todo el pueblo detrás, todos los hombres y mujeres que hoy en día mantienen en pie el espíritu del canto en grupo, de la zarzuela, de la vida en común. Allí estaban la presidenta saliente, Carmen Sánchez; la directora musical Ana Begoña Hernández, Nieves Fernández, Arantza Yurrebaso, Fernanda Arbe, Merche Gorbea, Yolanda Gómez de Lekerika, Araceli Iriarte, Lola González, Arantza Burgoa, Mercedes Martín, Osvaldo Peláez, Pedro Mari Ceanuri Orio y un buen puñado de voces bien sonantes.
Tanto como las de otras personas que se acercaron a la celebración. ¡Cómo sonaban! Antes del ágape rellenaron las copas y daba la sensación de que iban a arrancarse con el Libiamo ne’ lieti calici, el brindis de La Traviata. No ocurrió. Entre ellos se encontraban, además de los ya citados, Begoña Barbero, Rosa Rodrigo, Yolanda Pereña, Tirso Aparicio, Amparo Sacristán, Fernando Tejeda y así hasta alcanzar, o casi, los cuarenta integrantes de la Masa Coral del Ensanche.