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La mayoría de sociedades de Psiquiatría y Psicología avalan el plan de salud mental

Consensuado entre el Ministerio de Sanidad, el Comité Institucional de las CCAA así como sociedades científicas y otros colectivos sanitarios, es rechazado por las comunidades del PP
La mayoría de sociedades de Psiquiatría y Psicología avalan el plan de salud mental
La mayoría de sociedades de Psiquiatría y Psicología avalan el plan de salud mental / EP

El rechazo al Plan de Acción de Salud Mental por parte de las comunidades del PP ha generado "estupor" en la mayoría de sociedades de Psiquiatría, Psicología y Salud Mental, que defienden a ultranza este documento que aboga por un modelo de asistencia más humanizado, con menos uso de psicofármacos y más recursos.

Así lo trasladan a EFE portavoces de varias de varias de las organizaciones que han participado en la elaboración de este documento, que había sido consensuado entre el Ministerio de Sanidad, el Comité Institucional de las Comunidades Autónomas y una treintena de sociedades científicas de salud mental y otros ámbitos como la Atención Primaria, la Pediatría, la Epidemiología o la Geriatría.

Por eso, critican que la excusa del rechazo haya sido la posición de una sola sociedad, la Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) que ayer, poco antes de que arrancara el Consejo Interterritorial que tenía previsto aprobar el texto, se desvinculó del mismo al considerar que supone una reducción del número de profesionales y que la desprescripción que plantea sobre los psicofármacos acarrea una mayor estigmatización de la salud mental.

No demoniza los fármacos, sí su uso excesivo

Según José Valdecasas, de la Asociación Española de Neuropsiquiatría-Profesionales de Salud Mental (AEN-PSM), hace justo lo contrario: fortalece los equipos de salud mental y aboga por un modelo comunitario más humanizado, planteando alternativas a la institucionalización y un uso más racional de medicamentos para dejarlos en los casos en los que sean realmente necesarios.

"Defendemos la visión científica de usar los fármacos con cuidado, de reconocer que muchos problemas que cursan con sufrimiento mental tienen que ver con cuestiones sociales, laborales, de acceso a la vivienda, que no podemos pretender resolver desde la Psiquiatría o la Psicología, ni con un fármaco ni con una terapia. Un desahucio no se alivia con una pastilla, por eso hay que tener una visión más amplia", asegura este psiquiatra del Hospital Universitario de Canarias.

La falta de recursos lleva muchas veces a automatizar tratamientos y prolongarlos en el tiempo sin que sean revisados, de ahí la necesidad la desprescripción, algo que, por otra parte, ocurre continuamente con otro tipo de medicamentos.

Esta asociación, que se financia exclusivamente con las cuotas de sus más de 2.000 socios y no de la industria farmacéutica, no demoniza el uso de fármacos, que "son muy útiles" e imprescindibles para trastornos graves, pero sí el uso excesivo que hay en España, líder mundial en el consumo de ansiolíticos e hipnóticos y el cuarto en antidepresivos.

Un plan "antiestigma"

La sensación en la Sociedad Española de Psicología Clínica-Anpir es de "conmoción, estupor, dolor y falta de comprensión" de por qué la "batalla política ha dinamitado un plan que es bueno para el conjunto de la sociedad" y lo ha abocado a un nuevo retraso de meses cuando ya de por sí "llegaba tarde", censura su presidente, Javier Prado.

"Este plan pretende revitalizar la necesaria y pertinente salud mental comunitaria, 'deshospitalizar' un poco la atención", hacer una planificación adecuada de recursos humanos, con un aumento de plazas y creando una nueva especialidad muy necesaria, la de Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia, añade.

Un plan "antiestigma", que fomenta el "empoderamiento de los pacientes, que los emancipa", que apuesta por una "prescripción social" para problemas sociales que se están medicalizando sin necesidad.

Al final, lo que ha tumbado el plan "no es un partido político", sino "el lobby de la Psiquiatría biológica", añade su compañero Miguel Guerrero, que coordina el grupo de trabajo de prevención del suicidio de esta misma sociedad científica.

Los que pierden son los pacientes

Desde la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (Sepypna), Paula Laita comparte el malestar que generó en la SEPSM el hecho de no haber contado con el documento final que ayer Sanidad elevó al Interterritorial y que se podría haber evitado.

La psiquiatra cree que "globalmente es un buen plan, con sus déficits, como todos" porque al ser de carácter nacional "debe ser lo suficientemente impreciso para que pueda adaptarse a la realidad de todas las comunidades", que presentan "unas diferencias abismales" entre sí.

Pero incorpora elementos "muy interesantes" y avanza en ese enfoque comunitario "que realmente hace falta". "Ojalá pudiéramos debatir sobre la salud mental con más calma y sin politizar cosas que no tienen nada que ver con la política" porque "los que salen perjudicados son los pacientes, sus familias y los profesionales que acaban quemados por la confusión que se genera", concluye.

Además de éstas, otras sociedades han plasmado su apoyo, como es el caso de la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME), que avisa que frenar el avance del plan supone "negar la mejora al acceso a la psicoterapia y el cuidado y atención en salud mental de los profesionales sanitarios o alejarse de los principios de la OMS" que apuestan por un sistema de salud "respetuoso y humanizado con la dignidad de las personas".

También la Asociación Madrileña de Salud Mental (ASMS) ha trasladado su "firme" respaldo al documento y ha pedido a las comunidades que lo han rechazado que "reconsideren su postura y reanuden su discusión".

2025-02-16T17:21:03+01:00
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