El Servicio de Justicia Restaurativa del Gobierno de Navarra está de enhorabuena. Y lo está tanto por la calidad del servicio –que incluso ha sido reconocido recientemente por el Consejo General del Poder Judicial– como por la cantidad de asuntos que abarca, puesto que la evolución de asuntos ha sufrido tal espaldarazo que en 2021 alcanzó una cifra récord, con un total de 779 derivaciones, muy por encima de las 662 de 2020 y las 547 registradas en 2019. En cuanto a los resultados, la tasa de acuerdos alcanzados es bastante positiva, alcanzándose el 60% de acuerdos sobre aquellos casos en los que se inicia el proceso restaurativo.
En cuanto al contenido de los acuerdos, se aprecia que las disculpas formales (43%) y el compromiso de respeto mutuo (33%) son la fórmula más frecuente de restauración obtenida. Además, un 14% exigió una reparación económica, un 6% una reparación simbólica y un 4% se comprometieron a no acudir a ciertos lugares. En caso de que se hable de la tipología delictiva más frecuente se corresponde con delito de lesiones (38%), mientras que un 29% fueron por amenazas, otra 9% por daños, un 7% por coacciones y hasta un 5% de las derivaciones se produjeron por hurtos.
Se atendió a 474 hombres y 272 mujeres, con una media de 46 años. En un 37% de casos no existía ninguna relación previa entre las partes, mientras que en un 20% había una relación vecinal, en otro 16% existía amistad entre las partes, en un 11% el vínculo entre ambos era familiar, en un 9% de asuntos se desconoce la relación y en otro 6% la mediación abordó un conflicto por la relación laboral. La Justicia restaurativa es un servicio público de apoyo especializado a las víctimas dirigido a lograr la reparación del daño causado, la responsabilidad y la reinserción de las personas ofensoras y la participación de las personas afectadas por los delitos.