Más allá del partido del sábado, del pobre empate de la Real Sociedad ante un equipo de la zona baja como el Rayo Vallecano, y de la imagen más bien lejos de lo que se supone a un conjunto txuri urdin del que se espera siempre más, a pesar de las bajas y ausencias, sin duda la mejor noticia posible del fin de semana ha sido la ampliación del contrato de Ander Barrenetxea hasta 2030.
El joven atacante de la Real es una de las joyas del equipo, capaz de haber logrado ser titular en una línea delantera con muchos pretendientes. Sus genialidades con el balón, su desborde y sus regates le están dando mucho al equipo, tanto que cuando no está, como ha sucedido estos últimos encuentros, se nota su ausencia en demasía. Barrene tuvo que superar además una lesión muy grave en 2022, algo que le ha costado solucionar. Con el paso del tiempo, su juventud y su trabajo personal vuelve a ser ese futbolista imprevisible, uno de los grandes productos de la cantera de los últimos tiempos.