La mejor Real de Imanol es de hormigón. Nadie podía imaginar que después de convertirse en uno de los referentes ofensivos y del juego alegre del campeonato iba a firmar sus mejores registros cerrando su portería a cal y canto. Para que se hagan una idea de la excepcional campaña que están completando, los blanquiazules llevan los mismos 51 puntos que sumaban los de Montanier la campaña en la que logró la clasificación para la Champions League en la 2012-13. Con el oriotarra al mando, en los dos cursos anteriores llevaban cuatro menos (47). para tomar otra referencia, la temporada del subcampeonato, 2002-03, los de Denoueix habían logrado 60 puntos y a falta de ocho jornadas eran terceros, empatados con el Deportivo en segunda posición, con el Madrid por delante.
Los datos defensivos de esta Real son asombrosos. Con la de ayer, el equipo suma 18 partidos sin recibir un gol. 17 de ellos con Remiro en la portería y doce en Anoeta. No alcanzaba ese registro desde la campaña 1979-80, la de la imbatibilidad, con Arconada de portero. Los blanquiazules no han encajado ningún gol en Donostia en lo que llevamos de 2022 en un total de seis encuentros (540 minutos) en Liga. Solo Arconada y Esnaola consiguieron esa marca. Es decir, el meta de Cascante lleva unos meses igualando registros históricos en la leyenda del club. Que no es cualquier cosa cuando hablamos de seguridad y contundencia defensiva, ya que fueron la base de los dos títulos de Liga y un tercero que se tuvo que lograr el famoso año de la imbatibilidad (1979-80).
Es curioso recordar ahora la rueda de prensa de Imanol del pasado viernes, en la que volvió a manifestar que sobre todo en casa prefiere ganar 4-3 en lugar de 1-0, por el simple hecho de que disfrute más la gente. Se defendió diciendo que no se había convertido en más conservador, algo que ponen en duda la tozudez de sus números y cuando se despidió lo hizo con la misma cercanía que siempre, deseando un 3-0: "Alguna vez tendrá que ser". Pues no, otra vez victoria por la mínima y sin encajar. "para un defensa, una gozada" como lo definió Aritz.