La Mesa del Pacto de Salud inicia la fase de estrategias tras fijar sus principios y valores

La Mesa del Pacto Vasco de Salud avanza en la definición del futuro sistema sanitario en cuanto a sus principios y valores con una nueva versión evolucionada y avanzada que el Gobierno vasco ha presentado en la cuarta reunión del foro, celebrada en la mañana de este miércoles en el Palacio Euskalduna de Bilbao. El texto recoge las aportaciones realizadas este último mes por los distintos agentes participantes y será la base para construir las estrategias para transitar hacia una Osakidetza más proactiva, preventiva, integrada y comunitaria. El consejero de Salud, Alberto Martínez, ha sido el encargado de presidir el encuentro.

La propuesta debatida hoy por los miembros de la Mesa propone una visión “aspiracional al tiempo que realista” que ayuda a visualizar el futuro del sistema sanitario en el medio-largo plazo. También recoge unos principios y valores “alineados con los derechos humanos” y “con la mirada puesta en Euskadi”.

Los agentes participantes podrán analizar y contrastar más en detalle el contenido del texto a lo largo de los próximos días. De esta manera, la Mesa al completo poseerá una referencia de la visión, principios y valores, “compartidos y sólidos”, para planear las futuras acciones y estrategias.

Valores fundamentales

El documento sitúa en el centro de los valores de Osakidetza la universalidad, la solidaridad y la equidad. Así, se establece que todos los individuos, independientemente de su situación económica, geográfica o social, tienen derecho a acceder a los servicios de salud.

En cuanto a la solidaridad, el texto explica que la responsabilidad para la financiación de Osakidetza debe ser compartida entre todos los miembros de la sociedad vasca y que quienes tienen más recursos deben contribuir más. Por último, acerca de la equidad, la propuesta busca corregir las desigualdades existentes en la salud, asegurando que los grupos más vulnerables tengan acceso prioritario a los recursos y servicios.

Principios

Sobre esta base, el documento establece los principios que determinarán la asistencia sanitaria pública en Euskadi, clasificados en varios ámbitos según su naturaleza.

En primer lugar, recoge los principios que dotan de un carácter distintivo a Osakidetza, convirtiéndola en un modelo predictivo, preventivo, anticipativo, participativo, humanizado y colaborativo. Esto se traduce en que el sistema es corresponsabilidad de todas las personas, tiene como base el respeto y la dignidad y no se queda en la reacción a las enfermedades, sino que va más allá para garantizar el bienestar.

Después, se agrupan los principios relativos al modelo asistencial: la calidad, la evidencia científica, la integración, la especialización y la accesibilidad. El sistema busca basarse en la ciencia para diseñar y ejecutar las estrategias de salud de Euskadi. De esta manera, puede ofrecer a toda la ciudadanía una atención continua e integral, lo que se traduce en beneficios de salud para la población en su conjunto.

En tercer lugar, el texto destaca el principio de la sostenibilidad, objetivo que hay que alcanzar mediante una planificación estratégica basada en las necesidades de los ciudadanos. Para ello, reconoce a los profesionales sanitarios como “corazón del sistema” y subraya la importancia de optimizar sus roles para maximizar la eficiencia de Osakidetza.

Por último, aparecen los principios relacionados con la implementación de reformas que permitan la evolución del sistema y el fomento de la cultura y el liderazgo transformador para garantizar la innovación.

Camino a seguir

La tercera fase del proyecto, que se alcanzará el 29 de enero de 2025, tratará sobre las estrategias a desarrollar sobre la decisión final acerca de los principios. Para ello, se han separado los ámbitos de reflexión en seis grupos: salud y demanda de la ciudadanía; calidad y seguridad; profesionales; información; sector sanitario como creador de valor y crecimiento; y modernización de las infraestructuras sanitarias. La estimación oficial sitúa la primavera de 2025 como punto de arranque para el acuerdo definitivo.