Desentrañar la Milán-San Remo, 289 kilómetros, desde Pavia a la Vía Roma, casi 7 horas de carrera, la mayoría serenos, hipnóticos y narcotizantes en la línea de costa del Mar Tirreno, es un ejercicio de enorme complejidad.
Lo subraya la historia de la carrera, lo aleatorio de su campeones, de todo tipo, y en los que las repeticiones son escasas. Su sencillez es su misterio y ese es el encanto imbatible de Milán-San Remo, que baila un vals con el mar.
La Classicissima aporta la fatiga de una distancia extenuante y dos puntos críticos, la Cipressa y el Poggio. El Turchino es una ascensión tan lejana que solo sirve para el quebranto del ritmo en una carrera que toma temperatura en los últimos 60 kilómetros, cuando las ondulaciones son más pronunciadas.
Es a partir de ese instante donde la Cipressa, pero, sobre todo, el Poggio sirven como trampolín para anidar con los brazos abiertos en Vía Roma.
Salvo giros de guion, los dos momentos decisivos de La Classicissima (116 ediciones) son las subidas a la Cipressa y el Poggio. La primera de ellas (5,6 km al 4,1%) se coronará a 22 kilómetros de meta, mientras que el famoso Poggio (3,7 km al 4% con máximas del 8% en el tramo antes de llegar a la cima) espera a 9 kilómetros de la llegada.
En 2023, la subida reprodujo un póster con Van der Poel, Pogacar, Ganna y Van Aert desatados en el Poggio. El neerlandés, campeón de aquel curso, y Pogacar asoman como dos de los grandes favoritos para acumular más quilates a sus vitrinas.
Una clásica complicada
“Pero no somos los únicos favoritos. No será solo cosa de dos. Intentar ganar a Pogacar es una motivación”, dice Van der Poel, sabedor que la Milán-San Remo es el menos predecible de los Monumentos porque no sublima únicamente a un clase de ciclistas. Eso dota a la carrera de más emoción e imprevisibilidad.
Primera edición de La Classiccisima femenina
La Milán-San Remo femenina se estrenará este sábado en el calendario World Tour con el mejor cartel posible, donde destacan la doble campeona mundial, la belga Lotte Kopecky, y su compañera de equipo, la neerlandesa Lorena Wiebes. La nueva Classicissima Donne sale a la escena de las grandes clásicas con un recorrido de 156 km entre Génova y San Remo y que se decidirá en las pequeñas cotas de los últimos 60 km, especialmente en el mítico Poggio. El Laboral Kutxa estará en la carrera italiana. Ane Santesteban liderará la formación vasca
“Nos adentramos en una etapa muy emocionante de competición y me siento listo para la Milán-San Remo. Ya conozco muy bien el final del recorrido y esperamos brillar en la carrera el sábado. ¿Podemos ganar? Seguro que no será fácil, pero lo intentaremos con todas nuestras fuerzas. Como hemos visto en el pasado, esta carrera puede terminar en varios escenarios”, reflexiona Pogacar, campeón en todas estaciones y escenarios posibles.
“ ”
Por la costa de Liguria, La Classicissima recorre la Vía Aurelia, que desea hacer suya. Se le resiste la Milán-San Remo al esloveno mágico, obsesionado con esa ballena blanca. Su Moby Dick.
Allí donde los velocistas, cada vez más dotados para subir con los mejores cotas como la Cipressa y el Poggio, donde Pogacar siempre ha tratado de someter a sus rivales, tienen un peso significativo y se presentan en numerosas ocasiones al esprint de los mejores.
Eliminar a los más rápidos se antoja imprescindible para dar con la gloria. “Seguro que tendremos un plan y nos prepararemos para la mejor posición posible. Es una carrera que nos encantaría ganar”, expone Pogacar. La idea del esloveno es subir como un cohete y reventarlo todo en el Poggio, aunque también podría saltar la banca en la Cipressa.
Numerosos candidatos
Philipsen, vencedor el año pasado, es uno de los favoritos siempre que se haya recuperado exitosamente de la caída en la Nokere Koerse del miércoles. Además de ellos, existen otros candidatos como Mads Pedersen y Jonathan Milan, Michael Matthews, Maxim Van Gils u Olav Kooij.
Otros ciclistas con pegada para un prueba así son Jasper Stuyven, Tom Pidcock, Filippo Ganna, Magnus Cort, Matej Mohoric o Alberto Bettiol. Entre los vascos, Alex Aranburu, séptimo en 2021, tratará de ofrecer su mejor versión en La Classicissima. Jonathan Lastra, Jon Barrenetxea y Xabier Mikel Azparren también serán de la partida en la Milán-San Remo que desafía a Pogacar