La mitad de los en torno a 1.400 casos penales que recibe el Servicio de Justicia Restaurativa del Gobierno vasco terminan con procesos restaurativos, según ha afirmado la consejera de Igualdad, Justicia y Política Sociales del Gobierno Vasco, Nerea Melgosa, en la inauguración del Curso de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) 'Justicia y prácticas restaurativas en el ámbito penitenciario' en Donostia.
En su intervención, Melgosa ha destacado "los buenos resultados logrados en el Servicio de Justicia Restaurativa" y ha defendido que "todas las personas debemos de tener derecho a segundas oportunidades".
A su juicio, "la reparación del daño causado debe ser el elemento vertebral de un modelo de ejecución de penas que pone a la víctima en el centro de nuestras actuaciones y que trata de propiciar la reinserción en la comunidad".
Melgosa ha señalado que el Servicio de Justicia Restaurativa del Gobierno vasco recibe "unos 1.400 casos al año, de los cuales la mitad termina con procesos restaurativos, medidas de mediación, conferencias o círculos". Según ha explicado, se trata de "procesos dirigidos a la reparación de las consecuencias del delito en el que se aborda el daño y su reparación con participación de todas las partes afectadas: víctima, victimario y comunidad".
La consejera Melgosa ha explicado que "la Estrategia de Justicia Restaurativa para los años 2022-2025 promueve que existan programas de justicia restaurativa para todas las personas víctimas y victimarias que quieran usarlos, con independencia del ilícito y con independencia de la situación procesal e, incluso, durante la ejecución de la pena".
MEDIDAS ALTERNATIVAS
También ha informado de que el Servicio de Asistencia a la Víctima atiende del orden de 3.000 personas al año en Euskadi, y el Servicio de Gestión de Penas y Medidas alternativas a la prisión, "que gestiona una media de 6.000 medidas de trabajos en beneficio de la comunidad y suspensiones de condenas al año".
Melgosa ha explicado que, de la colaboración de los servicios ha surgido Bidean, un programa piloto en el que se trabaja con víctimas y con personas con pena o medida alternativa a la prisión; primero, en diferentes sesiones por separado, y luego, con círculos de dialogo, en los que se encuentran el grupo de personas penadas y el grupo de víctimas".
La consejera ha confirmado que el primer taller acaba de concluir este mes, por lo que "aún es pronto para tener un balance del mismo". "Tenemos que evaluarlo con atención", ha indicado. Melgosa ha incidido también en "las oportunidades que la justicia restaurativa presenta en el ámbito penitenciario, y la importancia que se le otorga desde el Gobierno vasco, impulsando programas como Konpondu, de la Asociación Berriztu, y el programa Zubiak Eraikitzen, de la asociación Irse-Euskadi".
Por otro lado, ha apuntado que "en el ámbito de la justicia restaurativa juvenil, entre 2020 y 2022 se han desarrollado 1.505 procesos restaurativos con el Equipo Psicosocial Judicial", de los cuales "1.165 han tenido resultado positivo".