Desde hace tan sólo una semana el Parque del Norte de Vitoria tiene un 'nuevo vecino' que seguro hará las delicias de todos los que quieran hacer sus días un poco más refrescantes.
Coincidiendo con la llegada de esta inusual ola de calor en mayo, la mítica heladería Badiola ha abierto de nuevo sus puertas.
Tras cuatro años con la persiana bajada, María Vázquez se ha puesto al frente de este negocio que en los primeros días está teniendo una acogida estupenda entre los vecinos.
"Muchos se han acercado a agradecerme que hayamos abierto de nuevo la heladería porque es lo que necesita el barrio, negocios abiertos que le den vida".
Situada en la esquina entre el Parque del Norte y la calle Reyes Católicos, esta heladería luce en la plaza peatonal una renovación integral de mobiliario y decoración moderna que está haciendo que muchos vitorianos se paren y se acerquen hasta el nuevo negocio.
Mucho más que una heladería
Eso sí, Badiola es mucho más que una heladería. María se encarga también de la cocina, y por las mañanas la barra luce llena de tartas caseras y pintxos muy ricos para desayunar y almorzar.
Y la idea es ampliar en breve la oferta con diferentes tostas para los desayunos (aguacate, tomate, jamón,...), batidos naturales, crepes, gofres y copas de helado.
Está arrancando con un gran éxito de público, sobre todo por las tardes, con muchos clientes que se acercan a probar los helados.
Un cambio de profesión radical
Mujer emprendedora y valiente donde las haya, hace tres años esta vecina del barrio de Zaramaga dejó su trabajo como dependienta de charcutería y carnicería en un supermercado de Vitoria para gestionar el bar Gomar en Arana.
"Sin saber nada de hostelería, nos pusimos al frente de este bar que hemos sacado adelante con la pandemia de por medio", explica María.
Y así, con la experiencia del bar Gomar (además de los desayunos, hay menús, carta y dan cenas) que ha tenido que delegar de momento hasta que arranque el nuevo negocio, María abre a las ocho de la mañana la heladería de lunes a viernes, y los fines de semana a las nueve, para poner los primeros cafés y desayunos.
Con mucha ilusión arranca el día, y con jornadas maratonianas de trabajo al principio porque el horario de Badiola es ininterrumpido hasta las once de la noche.
La experiencia en cocina y hostelería ya la tiene, ahora lo que toca es aprender en el mundo de los helados, donde nunca había trabajado.
"Me fijaba todos los días en el local cerrado"
"Todos los días, al ir de casa en Zaramaga a trabajar el bar de Arana, me fijaba en este local que estaba cerrado, y me parecía una ubicación perfecta para reabrirlo porque está justo en el Parque del Norte, en una zona peatonal, y es una zona de paso de mucha gente", recuerda María.
Entonces, un día se animó y llamó para interesarse por el local. "Al entrar, me di cuenta de la obra tan importante que teníamos que hacer porque llevaba 30 años sin tocarse nada, con una decoración muy antigua".
María ha hecho una apuesta importante por la heladería Badiola, donde ha invertido sus ahorros en este nuevo e ilusionante proyecto.
La acogida está siendo muy buena. Y María espera que cada vez más gente de Vitoria les conozca, y tengan a la heladería Badiola entre sus referentes de la hostelería de la capital alavesa.
La insonorización y el TicketBai, lo que ahoga a los hosteleros
Si bien los clientes están respondiendo, "las instituciones no nos están ayudando mucho a los hosteleros tras la pandemia", critica María, que ha tenido que hacer un desembolso de 2.000 euros para la instalación del TicketBAI, el sistema de facturación que debería entrar en funcionamiento antes de octubre de este año en todos los comercios del territorio.
A lo que hay que sumar otro desembolso. El Ayuntamiento de Vitoria ha ampliado en dos años el plazo concedido a los locales hosteleros de la ciudad, que tienen que adecuar sus negocios a la ordenanza municipal sobre el ruido y los dueños de los bares tienen que insonorizar sus locales.
"Nos están machacando las instituciones. Los hosteleros alaveses hacemos esfuerzos por seguir adelante después de lo duro que ha sido el covid y la pandemia, pero los políticos no nos están ayudando nada", explica María.