Son las visitas a familiares, pero también los desplazamientos por motivos de acompañamiento o para llevar a los hijos a extrasescolares o los viajes para ir a recados al mercado ... Echando cuentas, son casi tantos como los que también mueve el transporte público por cuestiones de trabajo. Sin embargo, esa movilidad de los cuidados muy pocas veces es tenida en cuenta a la hora de definir las frecuencias de autobuses, tranvías o metros, las rutas, las paradas e incluso los precios y bonificaciones por usar estos servicios.
Y Bizkaia tiene ahora la posibilidad de incluir esta visión en el documento que definirá el futuro del transporte en el Territorio. De momento, se ha empezado con algo tan sustancial como incluir la perspectiva de género en todo cuanto esté relacionado con este plan estratégico con la vista puesta en el año 2028. Los modos y las modas cambiarán, pero hay hechos que deben ser atendidos sí o sí para llenar un vacío.
Las bicicletas se van empoderando gracias a las inversiones de las administraciones, pero todavía es necesario abordar otros aspectos para poder presumir de sostenibilidad, eficiencia, accesibilidad e igualdad de oportunidades, como reza el documento de trabajo promovido por la Diputación Foral de Bizkaia, base de ese Plan Estratégico.
Por ejemplo se debe asumir el reto de la tarifa única, algo en lo que se lleva años trabajando sin resultados a diferencia de lo ocurrido en la vecina Gipuzkoa. Pero también se abre una ventana para analizar los beneficios sociales de un urbanismo y de una planificación urbanística 'a la carta' que permita cambiar los usos de las calzadas en función del horario y del día de la semana (los fines de semana solo podrán circular autobuses, por las tardes únicamente queda habilitado un carril para vehículos privados,...).
En los cuadernos de notas de los grupos políticos vizcainos también aparece el apartado de 'Transporte público ad hoc'. Es decir, aportar soluciones específicas de movilidad para atender a esas otras realidades alejadas de los grandes núcleos de población, pero con necesidades reales de desplazamiento a hospitales, centros escolares, cines o teatros... Se habla de minibuses, coches compartidos e incluso para las personas más jóvenes, patinetes eléctricos
Ideas y propuestas de trabajo puestas sobre la mesa por Ula Iruretagoiena Busturia, arquitecta, urbanista y profesora de la UPV/EHU y por Jon Albizu Agirrezabala, exconcejal donostiarra de Movilidad que estuvo en el nacimiento de la tarifa única en Gipuzkoa. Ambos han lanzado estos y otros planteamientos en la Comisión creada en las Juntas Generales de Bizkaia para dar cuerpo a ese Plan Estratégico con el objetivo de definir las líneas centrales del proceso e impulsar el transporte público en Bizkaia.
Una de ellas, incluir la perspectiva de género y hacerlo con datos que han sido históricamente infravalorados en las decisiones políticas finales lo que ha distorsionado la realidad del transporte público, ha acertado a decir la académica. El resultado es que esa movilidad de los cuidados no es considerada como una necesidad cuando supone el 25% de los desplazamientos diarios; solo por debajo de los laborales, con un 30%, según sus cálculos.
Por eso, a su entender, es necesario que las instituciones abran los ojos a estos patrones de movilidad tan marcados y definidos por el género. Principalmente porque son las mujeres quienes precisamente más se sirven de los distintos modos de transporte público. Un estudio de Emakunde (2011) refleja que duplican a los hombres en el uso del autobús (8% frente al 3,9%) y también son más en los trenes: 7,6% ellas por 5,3% ellos; ni qué decir de desplazarse a pie, fórmula elegida por el 51,7% de las mujeres frente al 37,3% de los hombres.
Muchas veces son movimientos dentro del mismo municipio e incluso sobre distancias cortas, pero las voces expertas como la de Iruretagoine Busturia, recalcan la importancia de tomar en consideración aspectos tan básicos como la iluminación, la ubicación de las paradas o las rutas para no condicionar ni dificultar el día a día de las grandes consumidoras del transporte púiblico. Más aún cuando buena parte de esos desplazamientos obedecen a una causa común, el cuidado y la atención de otras personas, y no a una causa particular como pueda ser el ocio.
Por su parte, Albizu Agirrezabalaga compartió su experiencia personal y profesional en materia de movilidad. No hay recetas mágicas, pero sí ha transmitido a los representantes políticos que el modelo vizcaino de competencia tarifaria (Bilbous tiene un precio, el tranvía otro y el metro otro para moverse por Bilbao) está fuera de lugar y no tiene sentido. Cierto es que, como ha dicho, "la tarifa única no lo arregla todo, pero ayuda mucho" por lo que ha animado a avanzar en esta estrategia que se apoya en la capacidad técnica, la voluntad política, la disponibilidad financiera y la seguridad jurídica. Y lo ha hecho con una advertencia para quien gobierna: "No es una medida popular" porque las ganacias políticas no llegan de inmediato.
Sus aportaciones y las de Ula Iruretagoinea Busturia han sido debidamente valoradas por todos los grupos junteros y análisis que motiven verán la forma en que son integradas en el documento estratégico sobre el transporte público en Bizkaia. El próximo día 9 se espera que otro par de voces expertas en la materia compartan sus reflexiones en las Juntas Generales con el fin de poder seguir transitando hacia un modelo de movilidad más sostenible en lo ambiental, en lo social y en lo económico.