Llegan los días más esperados del año por muchos donostiarras, y con ellos vuelven las clásicas citas musicales en la explanada de Sagüés. Durante la Aste Nagusia, todas las noches a las 23.45 horas, el escenario principal acogerá conciertos de artistas de primer nivel. Y un año más, el cartel se ha elaborado para que contenga propuestas que alcancen a todos los gustos, con un énfasis especial en que la mayor cantidad posible de géneros musicales estén representados en las fiestas de Donostia.
La encargada de encauzar el entusiasmo del arranque de la Aste Nagusia esta misma noche no será otra que Izaro Andrés (Mallabia, 1993). La artista se convirtió el pasado mes de mayo en la primera mujer euskaldun en tocar en solitario en el Velódromo, ante un público de más de 5.000 asistentes, presentando su último disco, Limones de Oro. Tras agotar las entradas en aquella ocasión, todo apunta a que la artista bizkaitarra hoy volverá a sentirse como en casa.
Los cambios de estilo, que serán una constante durante estos ocho días, comenzarán mañana con el folk desgarrador de La Maravillosa Orquesta del Alcohol. Inmersos en su gira, la formación estrenó en diciembre su último trabajo, Nuevo cancionero burgalés, con letras sacadas de cancioneros tradicionales como los de Federico Olmeda y Antonio José. Con un directo impecable, La M.O.D.A. viene para demostrar las tablas que esta década de trayectoria le ha aportado.
Ya el lunes, llegarán pisando fuerte los dos artistas más veteranos del programa: Ariel Rot y Kiko Veneno. El roquero argentino y el antiguo integrante de Tequila y Los Rodríguez vienen desarrollando un proyecto en conjunto desde el pasado mes de abril al que han llamado Un país para escucharlo. Su filosofía es simple: la mitad del repertorio corre a cargo de los protagonistas de la noche y la otra mitad los invitados locales de cada ciudad por la que pasa la gira. No cabe duda de que habrá sorpresas muy gratificantes durante su actuación.
Mezcla de géneros
La música electrónica y el pop tomarán el escenario de Sagüés el martes, de la mano de Zetak. La banda navarra, con Pello Reparaz al frente, es una de las referencias modernas de la música en euskera, y ya ha compuesto himnos que quedarán para la posteridad como Zeinen ederra izango den, cuyo estribillo se coreará al unísono por toda la explanada. Tras el parón de la pandemia, este 2022 es el año de Zetak, con sus principales temas acumulando millones de reproducciones en Spotify.
Pasado el ecuador de la Aste Nagusia, el miércoles llega el turno de Mitic, El Espectáculo, que propone un “viaje audiovisual de dos horas” de la mano de una orquesta y una banda de rock, pero con el gaitero Alvaro Costas a la cabeza. El elenco de Mitic está compuesto por artistas de nivel internacional que recorrerán la historia de la música a través de diferentes géneros, así como la historia del cine a través de sus bandas sonoras.
La noche del jueves estará protagonizada por Ana Guerra. La cantante y compositora de origen canario se dio a conocer en la edición de 2017 de Operación Triunfo, programa en el que consolidó su carrera haciéndose valer de su voz profunda y versátil. En 2021 publicó su segundo álbum, La luz del martes, y estas fiestas viene a Donostia a ofrecer lo mejor de su música.
Los giros y mezclas de estilos en Sagüés no terminan este año hasta el final de las fiestas, porque el viernes el reggae toma la explanada con las letras reivindicativas y el buen rollo que siempre transmite Green Valley, seis músicos alaveses y catalanes que llevan más de una década liderando el panorama estatal en su género. El grupo comenzó su andadura en 2004 y este mismo año han lanzado su último disco, La llave maestra.
Un final de lujo
Y para poner el broche de oro a la intensa semana, pocas bandas podrían haber sido más indicadas que Gatibu, auténticas leyendas de la música en euskera. Formada en Gernika en el año 2000, Gatibu nació con la vocación de ser una referencia en el panorama de la música popular vasca, apostando por un pop-rock accesible y desenfadado. Más de dos décadas después, se puede decir que lo han conseguido y que su actuación será un cierre sobresaliente para la Aste Nagusia más esperada.
Y con esa última jornada, se bajará el telón en Sagüés. Hasta entonces quedan ocho días de disfrute, alegría y, por supuesto, música. Cómo pasar estas fiestas depende de cada uno, pero lo que está claro es que hay opciones para todo el mundo.