Con la recreación del regreso de Teobaldo I y su esposa Gertrudis de Dagsburgo a Estella-Lizarra, arrancó ayer la XXIII edición de la Semana Medieval que se alargará hasta el próximo 24 de julio. Una edición en la que el Ayuntamiento de Estella se ha involucrado al máximo con la Asociación de Comerciantes para sacar adelante estas jornadas que durante dos años consecutivos se vieron suspendidas por los efectos de la pandemia. En este sentido desde el consistorio estellés se ha contribuido con un total de 85.000 euros tras el abandono en gran medida del patrocinio por parte del Gobierno de Navarra.
Así mismo, el miércoles un numerosos pasacalles será el plato fuerte con animación callejera a cargo de grupos de titiriteros, con rapsodas, malabaristas y músicos de gaitas y chirimías “no faltarán tampoco dragones, zorras, juglares o predicadores” aseguraron desde la asociación de comerciantes .
Con todo, la semana se completará con diversos grupos de teatro callejero con obras como En la boca del lobo de Paco Paricio o SuUmbra espectáculo de luz y sombras con dos personajes delirantes.
En torno al fin de semana las calles del centro de Estella-Lizarra acogerán a 110 representantes de diversos oficios, artesanos y productores locales. Por una lado en el barrio de San Pedro tendrá lugar La Rúa de los Oficios y en el de San Juan los conocidos como Mercados de Antaño. “Nos hace mucha ilusión volver a la actividad comercial y callejera que ha caracterizado siempre a Estella-Lizarra” aseguró la gerente de la asociación de comerciantes, Loreto San Martín.