Aunque no sea el final que tanto hemos vaticinado, una roca espacial gigantesca puede acabar con nosotros. Al igual que les paso a los dinosaurios millones de años atrás, la humanidad podría extinguirse si un asteroide impactase contra nuestro planeta, ya que, como señala la NASA, puede que nuestra tecnología e ingenio no sean suficiente para salvarnos.
No estamos preparados
Esta fatal profecía es la conclusión de un nuevo informe oficial distribuido por la NASA y el gobierno de Estados Unidos después del quinto ejercicio bienal interinstitucional de defensa planetaria dirigido por la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, en la que participaron más de 100 representantes de diversas agencias gubernamentales internacionales.
La prueba que tuvo lugar en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins en Maryland demuestra que nuestro planeta sigue sin estar listo para evitar el impacto de un gran asteroide.
“Las incertidumbres en estas condiciones iniciales para el ejercicio permitieron a los participantes considerar un conjunto de circunstancias particularmente desafiantes. El impacto de un asteroide de gran tamaño es potencialmente el único desastre natural que la humanidad tiene la tecnología para predecir con años de antelación y tomar medidas para prevenirlo”, explica Lindley Johnson, oficial emérito de defensa planetaria en la sede de la NASA en Washington.
Cooperación global
Según los expertos, enfrentarse a la amenaza del impacto de un asteroide requerirá un alto grado de colaboración internacional, por lo que creen necesario empezar a desarrollar una posible estrategia de respuesta, por ejemplo, para coordinar evacuaciones de ciudadanos. "En el caso de un impacto de asteroide, pensamos que su escala será tal que realmente necesitamos discutir en este momento qué se necesitaría para una respuesta internacional a tan gran escala", añadió Leviticus Lewis, de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO) de la NASA.
El resultado de las simulaciones
Si bien las simulaciones anteriores se basaban en las posibilidades de que asteroides pudieran acabar con una determinada área de la Tierra, las pruebas actuales parten del descubrimiento de una roca con un 72% de posibilidades de impacto en 14 años: el 12 de julio de 2038. Este objeto desconocido para la ciencia y nunca antes detectado no tiene una órbita, composición o tamaño calculables. En consecuencia, existe la posibilidad de que cualquier impacto potencial podría matar entre 1.000 y 10 millones de personas.
Este ejercicio teórico dio como resultado que el 19% de los participantes afirmó que no estaríamos preparados para planificar e implementar tal misión en esas condiciones, las cuales empeorarían cuando el asteroide desapareciese detrás del Sol durante siete meses. "Estos resultados ayudarán a dar forma a futuros ejercicios y estudios para garantizar que la NASA y otras agencias gubernamentales continúen mejorando la preparación para la defensa planetaria", concluyó Johnson.
A pesar de todo ello, lo significativo de la investigación es subrayar la importancia de la detección temprana y seguir trabajando en las amenazas potenciales provenientes del espacio. Así pues, podemos estar tranquilos, de momento.