La Navidad se ha vendido siempre como una época de felicidad, unión, armonía... pero la realidad dista mucho de ser así. Esa idealización se va diluyendo según nos hacemos mayores, pero se resquebraja cuando llegan estas fechas y no tenemos con quien compartirlas.
La soledad, que afecta todavía más a colectivos vulnerables como el de las personas mayores, aflora con más intensidad en estas fechas. Una soledad que, en caso de no ser deseada, incrementa la tristeza, la nostalgia, la pena... de muchas personas.
Hemos hablado con la psicóloga Elisa Palenzuela para saber cómo afrontar de mejor manera situaciones no deseadas, y también cómo ayudar a gente cercana que puede sufrirlas.