Todo apunta a que se van a cumplir los compromisos sobre las tres transferencias urgentes que recogía el pacto del PNV con Pedro Sánchez. Los contactos entre los gobiernos vasco y español entran ya en su fase final y avanzan a buen ritmo sobre las tres competencias que tienen que llegar a la altura de marzo (trenes de cercanías, convalidación de títulos universitarios extranjeros y segunda fase de acogida de refugiados). Se prevé una próxima reunión de la ponencia técnica para que remate los detalles, quizás este mes, como paso previo a la Comisión Mixta de Transferencias, que firmaría los acuerdos con carácter definitivo.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, ha dicho este martes que, tras "muchas reuniones" y algunas citas en las que ha participado ella misma, se puede decir ya que hay "grandes avances". Ha querido matizar que algunas materias están más avanzadas que otras, que las referidas a los trenes de cercanías y la convalidación de títulos extranjeros están más encarriladas, y que la acogida a los refugiados y su autonomía personal va "más despacito", pero en los tres casos confía en "cerrar" pronto ese acuerdo. Por momentos, pareció que deslizaba un acuerdo inminente aunque, con mucha prudencia, solo quiso decir que espera que la ponencia técnica sea este mes de febrero.
En cualquier caso, quiere amarrar sin cabos sueltos estos acuerdos, con seguridad jurídica y, en el caso concreto de los refugiados, garantizando que sea una "transferencia" y no otra cosa, lo que parece evocar la situación que se dio con el IMV para garantizar un traspaso íntegro. La posición que mantuvo el Gobierno vasco se ha visto refrendada por el Tribunal Constitucional, que rechazó el recurso de Vox.
Mejorar los servicios
El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, daba por sentado hace unos días la convocatoria de la comisión, lo que causó la sorpresa de Garamendi, que no veía tan avanzados los trabajos. La consejera llamó al ministro para pedirle la documentación que aún estaba pendiente y, en las últimas horas, parece que todo se ha precipitado.
Esos tres traspasos son determinantes para el Gobierno de Urkullu por su impacto en la vida cotidiana: cree que asumiendo los trenes de cercanías podrá mejorar las frecuencias y servicios, con los títulos universitarios podrá agilizar los trámites para dar validez a los estudios en el exterior y paliar la escasez de personal sanitario, y con la atención a los refugiados podrá avanzar en la integración.
Garamendi aseguró que el traspaso de trenes tiene "casi todos los puntos detallados" para gestionar el servicio de cercanías en Bilbao y Donostia, para la mejora de las inversiones e infraestructuras como las estaciones, e incrementar los estándares de calidad o, incluso, la posible implantación del servicio en Araba.
Comisión Permanente
A Garamendi también se le preguntó si hay avances para convocar la Comisión Permanente que abordaría la treintena de traspasos pendientes para cumplir el Estatuto de Gernika. En este caso, aseguró que el Gobierno español lo está "ultimando" y que ella misma, la semana pasada, refrescó este asunto tras haber enviado una nueva propuesta de reglamento en diciembre que incorporaba las reuniones periódicas con la presencia del lehendakari y el presidente español, como establece el pacto PNV-Sánchez.
El contenido de las materias
La negociación de las líneas de tren comenzó con una oferta del Gobierno vasco que abarcaba no solo los tramos de cercanías de Renfe, sino también algunos tramos de la antigua línea de vía estrecha Feve y, en ese sentido, algunos recorridos que van más allá del territorio de la comunidad autónoma por un puñado de kilómetros y se adentran en otros como Cantabria. Este periódico se puso en contacto con la consejería de Autogobierno, que prefiere preservar la discreción y no concretar la lista de tramos que están sobre la mesa, aunque en algunos ámbitos se asegura que el Estado no va a vetar políticamente que se pueda alcanzar algún entendimiento sobre esas líneas que salen de la CAV.
El Gobierno vasco planteó el traspaso de las líneas Bilbao-Karrantza, Irun-Vitoria (que pasa por Nafarroa y tiene parada en Altsasu), la línea e infraestructura de Bilbao-Balmaseda (afecta al recorrido de la línea 4 del metro y habrá que ver cómo queda su traspaso y qué margen de actuación deja para integrar proyectos), y los tramos Bilbao Abando-Barakaldo-Santurtzi, Bilbao Abando-Barakaldo-Muskiz, Bilbao Abando-Laudio-Orduña, e Irun-Donostia-Tolosa-Brinkola.
Lo que sí está confirmado es un escenario que no es nuevo: no será Euskotren quien opere los trenes al día siguiente del acuerdo, porque Renfe tiene contrato hasta 2028. No obstante, el propio consejero socialista del ramo, Iñaki Arriola, ya anticipó que no supondrá un obstáculo para ir tomando decisiones.
Sobre los títulos universitarios, la aspiración del Gobierno vasco es agilizar los trámites y, en materia de acogida, ya acotó en su momento que no se está abordando un debate sobre los permisos de residencia o expulsión, sino sobre la integración y los itinerarios de inclusión. Con estos movimientos, el Ejecutivo de Urkullu va cerrando el círculo de los compromisos pendientes antes de convocar elecciones. El jueves, de hecho, el Parlamento aprobará las tres últimas leyes que se encontraban en la fase final de la tramitación.
El Ministerio lo ve "avanzado"
Fuentes del Ministerio de Política Territorial de Ángel Víctor Torres consultadas por este periódico ratifican que “las negociaciones van bien, a buen ritmo y avanzadas”. No obstante, no darán a conocer su contenido hasta que se cierren definitivamente los acuerdos, algo que no sucederá “muy tarde”.