La nueva batalla entre la Comunidad de Madrid y Moncloa anima la precampaña

Hay algo de choque interesado en la nueva batalla dialéctica que en las últimas horas se viene librando entre el Gobierno español y la Comunidad de Madrid. Batalla que se venía cociendo con la no-invitación del ministro Félix Bolaños al festivo autonómico y que desembocó en las escenas surrealistas vividas el martes en los actos en la capital madrileña, en los que una asesora de protocolo de Isabel Díaz Ayuso impidió al ministro, incluso sujetándole, el paso a la tribuna de autoridades.

Ambas partes aprovechan ahora todo esto para animar la precampaña y fijar un marco de pugna única entre los modelos del PSOE y del PP, encarnados en las figuras de Sánchez y de Ayuso, dejando en segundo plano a Podemos y a Vox.

En esa línea, desde Moncloa acusaron ayer miércoles al Ejecutivo autonómico y a los populares de poner en marcha acciones de desprestigio contra el gabinete de coalición. Así, la portavoz del Gobierno español, Isabel Rodríguez, considera el veto al ministro de la Presidencia en el desfile militar del Dos de Mayo “un paso más” en la campaña de deslegitimación del Ejecutivo de Pedro Sánchez emprendida por el PP y que “empezó con Casado, sigue con Feijóo y con Ayuso siempre en medio”.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Rodríguez alertó de que la estrategia de “atacar a gobiernos legítimos” ya está sucediendo en otros países pero, recordó, allí la ejercen partidos antisistema, mientras que en España la practica el PP, un partido que hasta ahora era de Gobierno.

“Lo que vimos es inédito porque no había ocurrido en 40 años”, lamentó la portavoz del Gobierno, que dejó claro que Moncloa comunicó en tiempo y forma a la Comunidad de Madrid que Bolaños acudiría a la recepción en la Puerta del Sol en representación del Ejecutivo español.

Rodríguez señaló asimismo que el Gobierno actuó de acuerdo al decreto sobre protocolo que rige este tipo de eventos y que se remonta a 1983 y que hasta ahora no había suscitado “ningún problema”.

En esa misma línea, fuentes del Gobierno español argumentan que se trata de un caso grave de falta de respeto institucional, de “trumpismo” por parte de Ayuso.

Por otra parte, defienden a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que no se bajó de la tribuna pese al veto a su compañero de gabinete. Consideran las fuentes que se trata de una decisión personal y que seguramente Robles no fue consciente del incidente, y añaden que en la dirección del PP probablemente no estén muy contentos con lo sucedido.

Por su parte, el protagonista de este episodio, Félix Bolaños, optó ayer miércoles por no hacer declaraciones tras participar en el acto institucional en el Congreso de los Diputados con motivo de la visita a España del presidente de Colombia, Gustavo Petro.

El PP cierra filas con Ayuso

En el PP, como no podía ser de otra forma, los argumentos son exactamente los contrarios. Salen en defensa de la presidenta autonómica y aseguran que el protocolo le da la razón.

La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, respaldó por tanto la postura de la Comunidad de Madrid y aseguró que fue una “absoluta provocación” por parte de Félix Bolaños intentar acceder.

El número 3 de Génova, Elías Bendodo, ahondó en esa tesis y dijo que Bolaños “intentó quitar el protagonismo a Madrid” y cometió un “grave error” al tratar de hacerlo. “Me consta que todas las reglas protocolarias se cumplieron”, zanjó Bendodo. l