En menos de un año, han confluido dos cambios al máximo nivel en el mundo jeltzale: el lehendakari del Gobierno vasco ya no es Iñigo Urkullu, sino Imanol Pradales; y Aitor Esteban tomará el relevo de Andoni Ortuzar al frente de la Ejecutiva nacional del PNV este domingo. Se abre así un nuevo escenario con nuevos protagonistas en la tradicional bicefalia del PNV, donde la máxima responsabilidad al frente del Gobierno y al frente del partido la ocupan personas diferentes. Pero eso no significa que la relación entre Pradales y Esteban parta de cero.
Ya durante la anterior etapa de Imanol Pradales en la Diputación de Bizkaia, donde ha ocupado desde 2011 las carteras de desarrollo territorial y económico e infraestructuras, tuvo la oportunidad de trabajar con el portavoz del PNV en el Congreso para encauzar ante el Gobierno español las gestiones que afectaban a su departamento en la institución vizcaina. Hay que tener en cuenta que, a cambio de dar su apoyo a los Presupuestos estatales o en distintas votaciones, el PNV ha utilizado su influencia en el Congreso para desbloquear las inversiones en proyectos e infraestructuras que los jeltzales consideran estratégicas.
La relación se ha intensificado tras el ascenso de Pradales a la Lehendakaritza. Esteban se ha mantenido en contacto con él y también con la consejera de Autogobierno, Maria Ubarretxena, para hacer seguimiento de las transferencias que todavía están pendientes de llegar a Euskadi. Han mantenido abiertas las líneas telefónicas para abordar esas y otras reivindicaciones que figuran en el acuerdo de investidura que firmó el PNV con Sánchez. El Gobierno vasco se encarga de negociar con los equipos del Ministerio de Política Territorial, y el PNV sigue de cerca lo que sucede para apretar políticamente a Sánchez si tiene conocimiento de que las cosas no avanzan al ritmo al que deberían o se intentan devaluar los términos de lo pactado. La relación de trabajo ha sido estrecha y se espera que siga siendo así.
Además, cuando el lehendakari se ha desplazado a Madrid, ha tenido ocasión de reunirse con Esteban. También han coincidido en actos de campaña, como el que se celebró a principios del año pasado para poner en valor las gestiones realizadas por el PNV para lograr la desanexión de Usansolo, otro de los compromisos en el acuerdo de investidura.
Más mujeres que hombres
Hay un EBB que marca la línea política, un grupo en el Congreso y en el Senado que localiza las oportunidades para encarrilar las demandas vascas y negocia con el Gobierno español a cambio de dar estabilidad, y los representantes de las instituciones autonómicas y forales identifican desde su conocimiento más específico cuáles pueden ser los proyectos estratégicos. Se ha trabajado como un engranaje, y la pieza del Congreso ha sido vital. Lo mismo va a suceder cuando se nombre el lunes al relevo de Esteban al frente de la portavocía del grupo vasco, donde además las mujeres son mayoría ahora (3 a 2), ya que Nerea Renteria ocupará el escaño que deja Esteban.