"Será un centro importante no solo para Irun, sino también para la comarca del Bidasoa y para toda Gipuzkoa". Son las palabras con las que la diputada general, Eider Mendoza, ha querido definir la nueva residencia de Arbes. Y además de las palabras, una imagen: la de la unidad y la colaboración para sacar adelante este proyecto. No en vano, en la presentación de esta mañana, la diputada general ha estado acompañada por la diputada de Cuidados y Políticas Sociales Maite Peña y la alcaldesa de Irun Cristina Laborda. Todas han coincidido en que se trata de un proyecto "muy complejo técnicamente que ha sido posible gracias a la colaboración".
Fruto de ese trabajo en común, ha nacido este proyecto de la residencia de Arbes al que esta mañana ha dado luz verde el Consejo de Gobierno de la Diputación de Gipuzkoa. Se espera que el nuevo centro esté operativo en 2026. Contará con 130 plazas para mayores y 26 para personas con discapacidad severa, además de dos centros de día -uno para mayores y el otro para personas con discapacidad, también- y 48 apartamentos tutelados para 50 mayores no dependientes.
Los trabajos para construir esta residencia comenzarán en septiembre y tienen un plazo de ejecución de 24 meses. La entidad adjudicataria es Arbesko Egoitza (compuesta por la cooperativa GSR, Krean, y Altuna y Uria), que es la encargada de elaborar el proyecto, de construir el nuevo centro, de ponerlo en marcha y encargarse de su gestión durante 22 años, por valor de 270,9 millones de euros.
Personalizada y abierta al barrio
La nueva residencia de Arbes ocupará una parcela "trapezoidal" de 6.913 m2 y contará con una superficie construida de 19.363,32 m2. Entre otros servicios, contará con cafetería, salas de estar, comedores, sala audiovisual, peluquería, podología, fisioterapia, etc... Además, tendrá un espacio exterior que facilitará su conexión y relación con el barrio.
De hecho, ese es uno de los pilares de la esencia de esta nueva residencia, adaptada al nuevo modelo de cuidados auspiciado por la Diputación de Gipuzkoa. Según ha destacado la diputada general, Eider Mendoza, ese nuevo modelo se basa "en la innovación que va a facilitar y mejorar la vida de los residentes y de los cuidadores; en la personalización, con cuidados adaptados a cada una de las personas"; y en la conexión con la comunidad "que se va a reforzar porque el centro será abierto al barrio y a la ciudad".
De aquí a 2027 la Diputación de Gipuzkoa tiene previsto materializar la construcción de 3 nuevas residencias: además de la de Arbes en Irun, Adinberri en Pasaia –en obras– y Errezabal en Elgoibar –adjudicada–. Asimismo, una treintena de residencias del territorio tienen en marcha su remodelación para adaptar su arquitectura a este nuevo modelo basado, entre otros aspectos, en "unidades convivenciales más pequeñas" y "una atmósfera más hogareña para las y los residentes".