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La OCDE alerta de la escasez de personal sanitario en Europa y demanda "medidas urgentes"

Se han realizado "mejoras graduales" en la preparación ante las crisis sanitarias, pero insuficientes en resistencia antimicrobiana
Una profesional sanitaria administra una vacuna a una mujer en una foto de archivo.
Una profesional sanitaria administra una vacuna a una mujer en una foto de archivo. / EP

La Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han publicado este lunes una nueva edición del informe 'Panorama de la salud: Europa', donde se alerta de la necesidad urgente de abordar la escasez de personal sanitario en toda Europa, aproximadamente faltan 1,2 millones de médicos, enfermeros y matronas.

El informe muestra que el personal sanitario europeo se enfrenta a una grave crisis, metido en "un círculo vicioso", ha afirmado la directora general de Salud de la CE, Sandra Gallina, durante su presentación. Aumentar los profesionales sanitarios requeriría una inversión del 0,6 % del PIB en promedio en toda la UE, un datos, ha subrayado, "comparable a los niveles previos a la pandemia".

"La población envejece y con ello necesita más personal sanitario; más de un tercio de los médicos se jubilarán en la próxima década, y más de una cuarta parte de las enfermeras también. La escasez ejercerá más presión sobre el personal. Una vez más, otro círculo vicioso", ha señalado.

Para hacer frente a la grave escasez de trabajadores sanitarios a nivel nacional, el informe muestra que los países europeos han recurrido cada vez más a la contratación de profesionales de la salud formados en el extranjero. "Tras una reducción temporal durante los dos primeros años de la pandemia, la entrada de médicos formados en el extranjero en los países europeos aumentó un 17 % en 2022 en comparación con 2019, mientras que la entrada de enfermeros formados en el extranjero aumentó un 72 %", señalan.

En 2023, más del 40 % de los médicos de Noruega, Irlanda y Suiza y más del 50 % de los enfermeros en Irlanda recibieron formación en el extranjero. Si bien ofrece una solución rápida a las necesidades acuciantes, una dependencia excesiva de trabajadores sanitarios formados en el extranjero corre el riesgo de agravar la escasez de trabajadores sanitarios y la fragilidad general en los países de origen, donde a menudo los países con bajos ingresos ya se enfrentan a graves limitaciones de personal sanitario.

Abordar la crisis del personal sanitario requiere un enfoque multidimensional. En opinión de Gallina "existe una necesidad urgente de apoyar la formación, de disponer de mejores técnicas de retención y de utilizar todos los recursos disponibles de forma mucho más productiva. Necesitamos una mejor planificación, una planificación más sólida del personal sanitario. Esto es vital para la seguridad del paciente".

El secretario general de Sanidad, Javier Padilla, quien se ha estado presente en la rueda de prensa de informe, ha invitado a los países de la OCDE a cuestionarse por qué existe una crisis de profesionales sanitarios en el momento en que hay la mayor cantidad de trabajadores sanitarios en los sistemas de salud. "En primer lugar, hemos aumentado la cuota de empleo en salud, hemos aumentado la proporción de médicos y enfermeras y también hemos aumentado los estudiantes de medicina y enfermería en nuestra región, aunque el atractivo puede haber disminuido en estas profesiones sanitarias", ha respondido señalando la situación en el Estado español.

Donde, ha continuado, el envejecimiento de los profesionales sanitarios, "un tercio de la población de médicos tiene más de 65 años", y las tasas de abandono después de covid, hace necesario "avanzar hacia estrategias para aumentar la retención, mejorar las condiciones de trabajo y también reclutar profesionales, pero haciéndolo desde una perspectiva equitativa porque si no, vamos a generar desigualdades, desigualdades internas dentro de los países de la Unión Europea, pero también desigualdades globales".

Medidas urgentes

A corto plazo, el informe plantea la mejora de las condiciones de trabajo y la remuneración, "fundamental para aumentar el atractivo de la profesión y retener a los trabajadores sanitarios actuales". El aumento de las oportunidades de educación y formación para nuevos médicos y enfermeros también es vital para impulsar la oferta, aunque su impacto solo se percibirá a medio y largo plazo.

El informe señala que, dada la lenta tasa media de crecimiento de solo el 0,5 % anual del número de nuevos licenciados en enfermería en la UE entre 2012 y 2022, "atraer a un número suficiente de jóvenes para satisfacer la creciente demanda representa un reto importante".

Y, por otro lado, recomienda optimizar la combinación de competencias mediante, por ejemplo, un mayor uso de enfermeros de práctica avanzada, así como el aprovechamiento de las tecnologías digitales y la inteligencia artificial. "Necesitamos utilizar la innovación para aumentar la productividad", ha advertido Gallina.

La responsable de salud europea también ha requerido a los países europeos que atraigan talento joven y, para ello, mejoren los salarios y las condiciones laborales porque "las carreras en el ámbito de la salud deben volver a ser atractivas".

Europa, sin preparación suficiente

El informe también muestra que los países de la UE han realizado mejoras graduales en la preparación ante las crisis sanitarias, pero siguen existiendo importantes retos a la hora de generar confianza pública y luchar contra la resistencia antimicrobiana.

Los niveles de preparación ante las crisis sanitarias parecen haber mejorado ligeramente desde el inicio de la pandemia, y las tasas medias de adhesión al Reglamento Sanitario Internacional de la OMS entre los países de la UE aumentaron del 75 % en 2020 al 78 % en 2023. La vigilancia de las enfermedades, la capacidad de los laboratorios y los recursos humanos registraron las mejores puntuaciones, mientras que siguen existiendo lagunas en la comunicación de riesgos y la preparación ante emergencias por radiación y amenazas químicas.

En 2023, más de la mitad de la población de 19 países de la UE expresó su confianza en las capacidades de preparación ante emergencias de su Gobierno. Sin embargo, los niveles de confianza variaron considerablemente. Finlandia, los Países Bajos y Dinamarca registraron la puntuación más alta: dos tercios o más de sus ciudadanos expresaron su confianza en la capacidad de su Gobierno para gestionar las crisis. Por el contrario, solo alrededor de un tercio de la población declaró tener esa confianza en Letonia, Portugal y Grecia.

Sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM) el informe señala que sigue siendo una importante amenaza pública, ya que las infecciones resistentes a los antibióticos en la UE provocan aproximadamente 35.000 muertes al año y unos costes directos estimados en 6.600 millones de euros. En 2022-23, el 32 % de las cepas bacterianas analizadas eran resistentes a antibióticos clave, con una tasa superior al 50 % en Rumanía, Grecia, Chipre y Bulgaria.

2024-11-19T15:10:02+01:00
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