El relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman, dijo hoy que la joven Mahsa Amini murió a causa de los golpes que le propinaron los agentes de la llamada "policía de la moral" por no cumplir con el estricto código de vestimenta iraní.
Rehman sostuvo que este asesinato y la posterior represión de las protestas derivadas del mismo podrían ser considerados crímenes contra la humanidad.
"La muerte de Amini no fue un evento aislado, sino el último de una serie de actos de extrema violencia contra las mujeres y las niñas", dijo el relator en la presentación de un informe en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se encuentra reunido en Ginebra.
En este sentido, Rehman aseguró que las violaciones de los derechos humanos en Irán aumentaron en 2022, especialmente tras el asesinato de la joven.
Según la ONU, ese año fueron sentenciadas a muerte unas 500 personas, entre ellas dos menores de edad y trece mujeres.
En lo que va de 2023, Irán ha ejecutado ya a 143 individuos.
El relator también se mostró muy preocupado por los envenenamientos masivos en escuelas de niñas, así como por la persecución y la discriminación contra minorías étnicas y religiosas en el país, particularmente de las comunidades kurda, baluchí y bahaí.