La Misión de Naciones Unidas de Estabilización de Mali (Minusma) anunció este domingo que anticipó su definitiva retirada de su campamento en Ber, en la región norteña de Tombuctú, ante la "degradación de la seguridad" en la zona y el "riesgo elevado" que supone sobre los cascos azules.
La misión exhortó a "los diferentes actores interesados a abstenerse de todo acto que pueda complicar aún más la operación", sin dar más detalles., según una publicación de la Minusma.
El "campo 3" en Ber -que en el pasado ocupaba la misión de la ONU- está actualmente bajo el control a de las Fuerzas Armadas Malienses (FAMA), confirmaron este domingo a EFE fuentes de la Minusma que señalaron que la retirada de la misión se hizo en coordinación entre ambas partes.
Otras fuentes locales informaron a EFE de que el Ejército maliense llevó a cabo este domingo patrullas aéreas en Ber y en la localidad de Tombuctú, en las que participaron también "instructores rusos".
La Minusma, que lleva diez años en el país africano, empezó a abandonar sus posiciones después de que en junio pasado el Gobierno transitorio maliense -encabezado por una junta militar- pidiera su "inmediata" retirada, una solicitud que fue aprobada posteriormente por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La retirada anticipada de la Minusma de Ber -que debería realizarse el 15 de agosto- se produce en medio de la reanudación de tensiones entre el Ejército maliense y el colectivo exrebelde Coordinación de los Movimientos del Azawad (CMA) que acusó ayer sábado al Ejército del país y a sus aliados del grupo de mercenarios rusos Wagner de atacar el viernes pasado sus posiciones en Ber, que están bajo su control.
Este ataque denunciado por la CMA coincide también con otro ataque el mismo día y en la misma zona de grupos leales a Al Qaeda en el Sahel contra un dispositivo del Ejército maliense que estaba de camino para recuperar el campamento de la Minusma, y se saldó con 6 militares muertos además de 24 yihadistas neutralizados.
Las relaciones entre el poder central y los movimientos tuareg en el país africano empezaron a degradarse desde el golpe de Estado de 2020 encabezado por el coronel Assimi Goita, ya que reprochan a la junta militar en el poder su alianza con Wagner y la participación de estos mercenarios en acciones militares en las zonas que están bajo su control (que incluyen a Kidal, Gao, Menaka y Tombuctú), así como el incumplimiento del acuerdo de Argel.
La recuperación de las posiciones de la Minusma en Ber por parte del Ejército maliense pondrá a los militares cara a cara con las posiciones controladas por las fuerzas tuareg, lo cual aumentaría según los observadores el peligro de posibles enfrentamientos entre las dos partes y pondría en riesgo el acuerdo de cese el fuego firmado en 2014 entre ambos.
Mali vive una profunda crisis política y de seguridad desde 2012, cuando grupos rebeldes y yihadistas se hicieron con el control del norte del país, y se degradó después de los dos golpes de Estado que se produjeron en agosto de 2020 y mayo de 2021.