La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, ha denunciado que ya son ocho sus escuelas en el campo de Ain al Hilweh bajo control de las milicias palestinas, protagonistas hace dos semanas de violentos enfrentamientos que pusieron de manifiesto la crítica situación que atraviesa la población del mayor campo de refugiados de Líbano.
La directora para Asuntos de la UNRWA en Líbano, Dorothee Klaus, ha denunciado que la última de las ocho escuelas pasó bajo control de las milicias este pasado sábado, en una serie de apropiaciones que "ponen en peligro el comienzo del año escolar para 5.900 niños".
Asimismo, Klaus denuncia "graves daños en la infraestructura" de las escuelas y "saqueos del material escolar empleado por los alumnos, así como de equipos de los colegios".
Al menos 13 personas han muerto y 40 resultaron por los combates que estallaron a principios de mes en este macrocampamento del sur del país, cuando milicias islamistas acabaron con la vida del militante de Al Fatá, el partido del Gobierno palestino, Mahmud Yalil.
Desde entonces el campo, que acoge a 80.000 de los 250.000 refugiados palestinos declarados en el país, se ha convertido en un hervidero de extrema tensión que ha amenazado con terminar de inflamar la animadversión que los palestinos generan entre parte de la población libanesa que considera al país como incapacitado para absorber a esta población en medio de la enorme crisis económica y política que atraviesa.
La presencia de estas milicias "es una grave violación de la neutralidad de las instalaciones de la ONU y representa una seria amenaza para la educación de miles de niños", según la responsable para Líbano de la agencia, que el pasado viernes suspendió 24 horas sus operaciones como protesta.
Al término de la suspensión, la UNRWA procedió a reanudar su programa de ayuda a 50.000 de los palestinos que viven en el campamento.