El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha mostrado su preocupación por los continuos ataques del Ejército ruso contra Odesa y por la decisión tanto por parte de Rusia como de Ucrania de considerar a cualquier barco en el mar Negro como transportes de carga militar.
"Obviamente estamos preocupados por esta situación. Todo esto no nos está llevando en la dirección correcta. Lo que está ocurriendo allí también está teniendo un efecto negativo en los precios del trigo, del maíz...", ha declarado el portavoz durante una rueda de prensa.
"Eso no es bueno para el mercado, y lo que no es bueno para el mercado es malo para las personas en situación vulnerable", ha remachado.
Ataque contra la industria agrícola
Rusia atacó esta madrugada Odesa por cuarta noche consecutiva, alcanzando los graneros de una empresa del sector agrícola y destruyendo cien toneladas de guisantes y 20 de cebada, informó el representante de la Administración Militar de la región de Odesa, Oleg Kiper.
Dos personas han resultado heridas al sufrir cortes por los vidrios rotos en las explosiones, explicó Kiper, que adelantó que este nuevo ataque nocturno ruso contra la industria agrícola ucraniana se perpetró con misiles de crucero Kalibr.
Rusia lleva atacando a diario desde el martes los puertos y las infraestructuras dedicadas a la exportación de productos agrícolas, en especial de cereal, de la región de Odesa, donde están situados los tres puertos incluidos en el llamado acuerdo del grano que Moscú dio por terminado este lunes.
Instalaciones portuarias
El secretario general, António Guterres, ha condenado en un comunicado los ataques rusos instalaciones portuarias en la ciudad de Odesa y otros puertos ucranianos reprochando que estas ofensivas contradicen el pacto acordado entre la ONU y Rusia por el cual Moscú se compromete a "facilitar la exportación sin trabas de alimentos, aceite de girasol y fertilizantes desde los puertos del mar Negro controlados por Ucrania".
El Ministerio de Defensa de Ucrania informó el jueves de que a partir de este viernes 21 de julio todos los buques que naveguen en aguas del mar Negro en dirección a los puertos de Rusia y a los ucranianos que están situados en los territorios ocupados serán considerados como transportes de carga militar.
La decisión de Ucrania se produce como consecuencia de una decisión similar tomada por Rusia un día antes tras su reciente salida del acuerdo de exportación de grano, después de su negativa a acordar una nueva prórroga por los supuestos incumplimientos del mismo por la parte ucraniana.