El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha abogado por "una prohibición legalmente vinculante" de las pruebas nucleares, que ha descrito como "un paso fundamental en la búsqueda de un mundo libre de armas nucleares".
En un discurso con motivo del Día Internacional contra las Pruebas Nucleares, Guterres ha dicho que "desde 1945, más de 2.000 pruebas nucleares han causado un terrible sufrimiento a la gente, han envenenado el aire y han destruido paisajes en todo el mundo", antes de hacer hincapié en que "el mundo habla con una sola voz para poner fin a este legado destructivo".
"Este año hacemos frente a un aumento alarmante de la desconfianza y la división global. En un momento en el que cerca de 13.000 armas nucleares están almacenadas en todo el mundo, y con los países trabajando para mejorar su precisión, alcance y poder destructivo, esto es una receta para la aniquilación".
En este sentido, ha incidido en que "el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, si bien aún no está siendo aplicado, sigue siendo una muestra poderosa de la voluntad de la humanidad de eliminar del mundo la sombra de la aniquilación, de una vez por todas".
"En nombre de todas las víctimas de las pruebas nucleares, pido a todos los países que aún no hayan ratificado el tratado que lo hagan inmediatamente, sin condiciones. Pongamos fin para siempre a las pruebas nucleares", ha apostillado Guterres.
El tratado, que contempla la prohibición de las pruebas nucleares --tanto con fines civiles como militares--, fue adoptado en septiembre de 1996 por la Asamblea General de Naciones Unidas, si bien no ha entrado en vigencia. China, Egipto, Irán, Israel y Estados Unidos lo han firmado, pero no ratificado, mientras que India, Corea del Norte y Pakistán no lo han firmado.