El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió este viernes a Rusia de que un hipotético ataque contra Ucrania tendría "costes" y "consecuencias" para Moscú, y alertó de que el refuerzo militar ruso dentro y fuera de la antigua república soviética "no ha sido provocado ni explicado".
"Está claro que si Rusia usa la fuerza contra Ucrania, eso tendrá costes, tendrá consecuencias, y, por tanto, seguimos pidiendo a Rusia una desescalada", declaró el político noruego.
Stoltenberg se expresó en ese sentido durante una rueda de prensa previa a la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN que se celebrará el próximo martes y miércoles en Riga.
En la agenda de ese encuentro figura Rusia y la acumulación de fuerzas que Moscú lleva a cabo por segunda vez este año junto a la frontera ucraniana.
El secretario general aseguró que el refuerzo militar ruso "dentro y fuera" de Ucrania "eleva la tensión y el riesgo de errores de cálculo". "Este refuerzo militar no ha sido provocado ni explicado", subrayó.
Según especificó, esa concentración incluye capacidades pesadas como tanques, artillería, unidades acorazadas, drones y sistemas electrónicos de guerra, además de "fuerzas preparadas para el combate".
El secretario general aliado llamó a Moscú a "mostrar transparencia, reducir las tensiones y desescalar".
Resaltó que la concentración de fuerzas rusas "fuera de lo corriente" cerca de la frontera ucraniana se produce "en paralelo o combinada con una retórica agresiva por parte de Rusia".
"No hay certidumbre sobre las intenciones de Rusia, pero lo que sabemos es que ha concentrado fuerzas cerca de las fronteras de Ucrania y también sabemos que Rusia ha usado antes la fuerza militar contra Ucrania", recordó, en referencia a la anexión de Crimea en 2014, lo que motivó el mayor refuerzo de la Alianza en su flanco este desde el final de la Guerra Fría.
También mencionó que Moscú sigue desestabilizando el Donbás, en el este de Ucrania, y organizando ciberataques y ataques híbridos contra el país.