Una visita esta mañana de jueves del delegado del gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha servido para dar por inaugurado, al menos de forma práctica, el edificio técnico construido al lado de la terminal del aeropuerto de Bilbao conocida popularmente como La Paloma. Itxaso ha estado acompañado por el director del aeropuerto, Iván Grande.
El nuevo bloque ya acoge desde hace unos días a parte de la plantilla del aeropuerto dependiente de la sociedad gestora estatal Aena a la que se irán uniendo en breve, fuerzas y cuerpos de seguridad, vigilancia privada y agentes handlin., Una mudanza desde la terminal aérea que ha tenido una provisionalidad operativa de casi dos años en barracones para estos empleados que ahora ven como esa espera ha merecido la pena por las modernas características con que cuenta el llamado bloque técnico, una especie de pichón ya que es el primer edificio exento que se construye en el aeropuerto tras el estreno de la terminal aérea hace ahora poco más de 22 años.
Zonas de embarque
La plantilla de Aena ha estado trabajando en esa provisionalidad después de que dejarán sus oficinas y zonas de trabajo en la terminal, espacios que Aena reconvirtió hace ya casi dos años para ampliar los espacios de espera de los viajeros antes de tomar sus vuelos en remoto. Concretamente se ha intervenido sobre una superficie de 2.200 m², lo que conlleva el aprovechamiento de 1.500 m² adicionales para zona de embarque de los pasajeros, ya en servicio.
El coste de la construcción del bloque técnico ha ascendido a 12,4 millones de euros y "la ejecución se ha desarrollado sin sobresaltos, en un plazo de 36 meses" han indicado fuentes de Aena.
Un edificio nuevo totalmente pensado para ser práctico y que ha aprovechado la ladera sobre la que se asienta para diferenciar bien los espacios de tierra y aire, además de separar los distintos colectivos a los que acogerá una vez se culmine la mudanza de todos ellos.
Entre las novedades más destacables para los trabajadores del aeropuerto del pichón están la luminosidad y la amplitud del nuevo edificio, que, con espacios diáfanos, sustituyen a las antiguas oficinas diseminadas por el edificio terminal.
Además de una mejora ostensible en los espacios de trabajo, el bloque técnico, cuyo equipamiento y mobiliario ha costado 785.000 euros, también dará cabida a un nuevo centro de proceso de datos (CPD), que pasará a ser el principal cerebro del aeropuerto una vez entre en servicio. Este CPD conlleva una inversión de 1,7 millones de euros.