Sufriendo lo que no está en los escritos en la ACB y brillando en Europa. A dos pasos de la gloria en la competición continental y cada día más cerca del infierno en el torneo doméstico. Ese es el devenir del Morabanc Andorra. La paradoja en la que está inmersa el conjunto del Pirineo. Y es que la escuadra andorrana, que ahora mismo es colista de la Liga Endesa, está a dos triunfos de clasificarse para la Euroliga. Increíble.
Los pupilos de Oscar Quintana, el tercer técnico del Morabanc Andorra en lo que va de curso, consiguieron en la noche del martes su pase para las semifinales de la Eurocup, competición que de ganarla les daría el billete para la máxima competición continental. El sueño europeo. La pesadilla en la liga española.
El Morabanc se hizo con una plaza en la antesala de la final tras derrotar al Gran Canaria en un duelo agónico. Resuelto en un cara o cruz que se llevó el equipo del Principado gracias al oficio y la veteranía del examarillo Clavin Hannah, quien decidió en los últimos instantes con dos tiros libres (77-79).
En un arranque igualado y efervescente, el conjunto visitante comenzó tomando la iniciativa con canastas iniciales de Arteaga en la zona y con la muñeca de los exteriores Crawford y Hannah, mientras que el equipo amarillo trataba de contrarrestar con el acierto de Albicy y Brussino (12-15 en el ecuador del primer cuarto).
Tras el tiempo muerto solicitado por el técnico local, Porfi Fisac, el Gran Canaria ajustó en defensa y apuró rotaciones, si bien el choque siguió bajo el mismo guion de igualdad, hasta que un canasta a tablero del polaco Olek Balcerowski y una posterior bandeja de Brussino pusieron en vanguardia a los amarillos (21-17).
Ennis estiró la ventaja hasta los seis puntos, pero un triple de Jelinek redujo la brecha a 23-20 en el primer asalto.
En el segundo periodo, el equipo claretiano tomó las riendas con un parcial de 7-0, 'alley-oop' incluido de Albicy para Balcerowski (30-20), pero enseguida reaccionó el Andorra con dos triples consecutivos, aplicando además defensa en todo el campo.
El resultado fue un 2-9 de repunte a favor del equipo pirenaico, con la dupla Jelinek y Llovet propiciando un nuevo paréntesis táctico de Fisac (32-31), a 4:40 para el descanso.
Aunque Salvó y Stevic trataban de dar oxígeno al Granca, los puntos de Arteaga y Miller-Mcyntire no dejaban estirar la diferencia más de la cuenta. Hasta que un 'alley-opp' final ejecutado por Pustovyi permitió a los locales tomar una balsámica renta de siete puntos antes de enfilar el túnel de vestuarios (42-35).
En la reanudación, un triple más adicional de Brussino, conjugado con un mate de Khalifa Diop, provocó un cortocircuito en el Andorra, que ya no contaba con el acierto anotador del primer tiempo. Los isleños, que ya contaban en el tercer cuarto con los primeros minutos del recién recuperado Shurna, terminaron superando la decena de diferencia en el electrónico (54-41), si bien Mcyntire y Hannah volvieron a meter a los visitantes en el partido (58-54).
Pustovyi asumió el protagonismo en la pintura amarilla (67-57) pero de manera instantánea Miller-Mcyntire aglutinaba los galones ofensivos del Andorra, encontrando constantemente resquicios en la trinchera insular, además de un socio improvisado en Jelinek que, con un triple, acabó dándole la vuelta al marcador (71-72) a 5:50 para la conclusión.
Con el paso de los minutos siguió emergiendo la figura de Pustovyi, lo que facilitó los espacios para los Albicy, Shurna y compañía. Pero la intensidad del choque incrementó los errores en ambos aros, ajustándose el marcador a un agónico 77-77 a 1:28 del desenlace.
Dos tiros libres de Hannah y una falta en ataque de Brussino en el último minuto dejaron al equipo de Óscar Quintana con la campanada en bandeja, algo que ya pudo saborear tras el tiro final errado por Slaughter (77-79).