La Paragüería Leoz es el último establecimiento de este tipo que existe en Bilbao. Abrió sus puertas en Belostikale, en el Casco Viejo, de la mano de Juan Leoz en 1933. Fue el primer miembro de una extensa saga familiar que, nueve décadas después, continúa regentando un negocio basado en la venta y reparación de paraguas.
El Ayuntamiento de Bilbao ha querido reconocer el recorrido de los Leoz dotando a su establecimiento la categoría de 'comercio centenario'. Juan Mari Aburto, el alcalde, se ha acercado este lunes a Belosticalle a hacer entrega de la baldosa que le acredita como tal. Ha sido recibido por Lourdes Leoz, actual gerente de la paragüería y nieta de su fundador, en un acto celebrado a las 13.00 horas.
“Mi aitite era de Aibar – municipio navarro – y entró de aprendiz en una paragüería de la Calle Correo. Llegó a dirigirla, pero cuando la dueña murió sus descendientes la cerraron”, relata Lourdes.
Fue en ese momento cuando Juan, el primero de los Leoz de Bilbao, compró la lonja en la que continúa existiendo el negocio. “Era el año 1933, un poco antes de la guerra. ¡Menudas penurias pasó para poder sacarla adelante! – exclama Lourdes – Pero consiguió llevarse una buena cartera de clientes”, subraya la nieta del paragüero.
Nueve décadas más tarde, la paragüera continúa apostando por el mismo modelo de negocio que heredó de su abuelo. "Aprendí viendo a mi padre y a mis tíos, de los que me he acordado mucho en el acto de hoy", afirma, emocionada.