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Navarra

La pasarela del Labrit ha supuesto un gasto para Pamplona de 1,3 millones

La liquidación total de la obra supuso en 2010 un desembolso de 1,2 millones de euros y por los 3 informes encargados tras el desprendimiento de varias placas en 2016 se han pagado 135.000
Un niño juega con una pelota junto al frontón debajo la pasarela del Labrit, donde se observa la presencia de una malla colocada para evitar desprendimientos.
Un niño juega con una pelota junto al frontón debajo la pasarela del Labrit, donde se observa la presencia de una malla colocada para evitar desprendimientos.

- Un millón trescientos mil de euros lleva gastados el Ayuntamiento de Pamplona en la pasarela del Labrit, que permanece cerrada desde 2016 por el desprendimiento de varias placas metálicas y así seguirá al menos otro año más después de que el pacto presupuestario entre Navarra Suma y PSN incluyera, a instancias del grupo municipal socialista, la retirada de una partida para iniciar su reparación.

Lejos de encontrar la solución prometida al inicio de la legislatura, el futuro de la pasarela se presenta ahora más incierto que nunca y con la inquietante perspectiva de que la única salida posible tenga que pasar por los tribunales, en cuyo caso no habría un dictamen definitivo en varios años.

Mientras tanto, las arcas municipales ya han destinado a la pasarela cerca de un millón y medio de euros desde que entró en funcionamiento a finales de 2010. La liquidación total de la obra supuso el desembolso de 1.203.846 euros, 669.842 de los cuales se correspondían con el coste de la construcción de la estructura metálica y sus cimentaciones. El resto se destinó a los gastos de urbanización y para los accesos a la pasarela.

Aunque pronto comenzaron a ser visibles las filtraciones provocadas en la estructura -por donde, por cierto, el Ayuntamiento prohibió en 2013 el acceso de una prueba atlética ante las dudas que ya entonces generaba su capacidad de resistencia- los verdaderos quebraderos de cabeza comenzaron a partir de febrero de 2016.

Desde entonces, el Ayuntamiento ha tenido que gastar 135.000 euros en los 3 informes encargados con el objetivo de determinar el origen del desprendimiento de las planchas, la causa que obligó a decretar el cierre provisional de la pasarela, que se convirtió en definitivo en julio de ese mismo año.

Para evitar nuevos desprendimientos, se invirtieron 22.000 euros en elementos de seguridad, como la instalación de una malla alrededor de la estructura; y existía una partida de 35.000 para el desmontaje de la pasarela, lo que se ha hecho de forma parcial.

Con respecto al dinero gastado en los informes, el primero costó 25.000 euros y fue elaborado por la ingeniería INTEMAC poco después de que se desprendieran las primeras placas. En sus conclusiones aconsejaba el cierre provisional de la estructura.

Al existir divergencias entre este informe y el que presentó el equipo redactor del proyecto -que atribuyó los defectos a un deficiente mantenimiento- el Ayuntamiento encargó un segundo informe.

Fue redactado por la consultoría de Estructuras de Ingeniería Civil y Edificación Ideam y costó 48.400. Sus conclusiones no dejaban lugar a la duda: recomendaba directamente el desmantelamiento de la pasarela ante la gravedad de los problemas hallados y la inviabilidad económica de su reparación.

El tercer informe fue encargado por el Ayuntamiento después de que Navarra Suma accediera a la Alcaldía. El alcalde Maya compareció el 31 de octubre de 2019 junto al decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Joaquín Salanueva, designado para redactar el estudio definitivo que debía aclarar todas las dudas sobre el estado de la pasarela, con el apoyo de las pruebas técnicas y mediciones realizadas por Alonso Cobo Estudio de Ingeniería y ATP Ingeniería.

El presupuesto previsto inicialmente fue de 50.000 euros, aunque al final la factura completa llegó a los 62.000 euros, e incluía una investigación geotécnica en los terrenos donde se sujeta la pasarela y la prueba de carga dinámica, que no se hizo en su momento pese a ser obligatorio.

En este informe de Ideam se confirmaron punto por punto los problemas que presentaba la estructura, aunque se abría una vía a su reparación.

La solución consistiría en la inyección de microcemento en el terreno para fijar la cimentación, mejorar el drenaje y realizar correctamente las soldaduras y los refuerzos metálicos. El coste de los trabajos se estimó en 450.000 euros.

Los planes del Ayuntamiento, según anunció el concejal delegado de Proyectos Estratégicos Fermín Alonso en la Comisión de Urbanismo celebrada el pasado 21 de octubre, pasaban por adelantar el dinero para el arreglo sin esperar a la resolución judicial y encargar el proyecto al Colegio de Ingenieros.

Sin embargo, sus previsiones se vieron frustradas unos días después por una resolución del Tribunal Administrativo de Navarra (TAN), que anuló la adjudicación del contrato al Colegio de Ingenieros al entender que "no se ajustaba a derecho" y que el contrato debió salir a licitación.

En su argumentación, el TAN no cuestionó la cualificación técnica del Colegio de Ingenieros para realizar el informe y la prueba de carga, pero sí puso en duda que fuera la única entidad capaz de hacerlo. El tribunal desestimó los argumentos del Ayuntamiento sobre "la imparcialidad" e "idoneidad" del Colegio de Ingenieros y recordó que era "precisa una concreta motivación acerca de que el contrato solo puede ser ejecutado por una empresa o profesional determinados".

Ante esta resolución y el tercer informe pagado, al Ayuntamiento no le quedaba otra opción que elaborar un nuevo expediente de contratación y redactar el proyecto para reparar la pasarela mediante un concurso abierto, según lo dispuesto por el Tribunal Administrativo.

El procedimiento sería similar al que empleó el Gobierno de Navarra para los arreglos de los túneles de Belate, donde el Colegio de Ingenieros fue incluido en la mesa evaluadora del proyecto definitivo.

De hecho, Navarra Suma incluyó en su proyecto presupuestario para 2021 una partida de 500.000 euros para iniciar el expediente de reparación, pero la negociación con los socialistas obligó al equipo de Gobierno a un nuevo cambio de guión ante la negativa de sus socios a aceptar que el Ayuntamiento tuviera que adelantar el dinero de la reparación.

El alcalde Maya confirmó el mismo día que anunció el acuerdo presupuestario con el PSN que la partida de medio millón para la pasarela desaparecía del ejercicio de 2021. Habrá que esperar hasta 2022 para ver qué sucede con este paso de indudable servicio ciudadano, mientras resuenan todavía algunas afirmaciones sobre lo pronto que iba a ser reabierta tras el cambio en el gobierno municipal.

2022-09-08T15:17:02+02:00
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