Simple y llanamente espectacular. Los vecinos y vecinas de Ainhoa, Sara, Urdazubi y Zugarramurdi estrenaron la pastoral de Xareta, Maddiren trajeria, tras casi un año de preparativos.
La representación fue todo un éxito, a juzgar por el estruendo que produjeron los aplausos del público, que abarrotó la cueva. No podía ser de otra manera. Gran parte de la comarca se había volcado en el proyecto de llevar a cabo la primera pastoral de Xareta, y para el día de este sábado habían reunido los mejores ingredientes: para empezar, el lugar, la siempre mágica cueva de Zugarramurdi, Sorginen Leizea; por otro lado el público, que llenó la cueva (las entradas se acabaron hace mucho); y por último, y lo más importante, el trabajo de más de un centenar de personas que durante todo el último año se han esmerado en aprender todo lo relacionado con la pastoral, una expresión artística poco conocida por estos lares, siempre unida a Zuberoa, el resultado se espera espectacular. Además de todo ello, si le añades grandes dosis de ilusión, compromiso y entusiasmo, puede ocurrir lo que sucedió este sábado en Zugarramurdi, que el resultado de todo el trabajo de una comarca durante un año sea exquisito.
Muchos temían que las más de tres horas que duraba la representación se les harían largas, algo que descartaron al finalizar la obra, tan metidos que estuvieron en la representación. Y es que la pastoral es una gran desconocida para mucha gente de hegoalde, aunque tras conocerla, la perspectiva cambia.
Tal y como se pudo admirar este sábado en Zugarramurdi, se trata de una representación artística multidisciplinar, además de ser un gran auzolan de toda una comarca, en la que se disfruta de la danza, el canto y la música, de del teatro que confluyen en la obra, además del vestuario, resultado de un gran trabajo de las dendariak o modistas.
A pesar de la tragedia de la historia escrita por Gerardo Mungia, Pintxe, Maddiren trajeria encandiló al numeroso público.