El de esta tarde (17 horas) parece un partido más de Liga en Miribilla. Pero no. Es el partido. Ese que va a marcar el futuro de Bilbao Basket en las once jornadas que restan. Si se pierde, a tiro de piedra del descenso y a sufrir. Y si se gana, no estaría cantada la salvación, pero estaría encaminada. Por tanto, y como bien indicaba Jaume Ponsarnau durante la previa, no es una final, pero sí un partido clave.
Enfrente, el gran rival a batir en estos poco más de dos meses de calendario: el Granada, que, con seis triunfos, marca el alivio o el abismo. Y de ello es consciente no solo el equipo, también su afición. La Marea Negra que va a apoyar a sus hombres a un resultado positivo que se antoja imprescindible para ahuyentar fantasmas y trabajar con más comodidad y calma.
Además, da igual la diferencia. Es lo de menos. Con ganar por uno es suficiente -como en la última visita granadina, allá por octubre de 2023, con aquel 94-93-, aunque el corazón de más de uno pueda resentirse en el graderío del Bilbao Arena. El cuadro nazarí aterriza en la capital vizcaína necesitado, y pensar en voltear el resultado de la primera vuelta no es que le quite el sueño a Pablo Pin, al que en la ciudad de la Alhambra bien podrían hacerle un monumento después de sacar al equipo de la LEB Oro y mantenerlo tres temporadas en la élite. La cuarta se le ha puesto muy cuesta arriba, aunque persevera por meter al Bilbao en la lucha y que otros no salgan de ella, como Andorra, Girona y Lleida, dando por sentado que el Coruña, que lo tiene bastante peor, debería ser carne de cañón si es que no quiere perder su sitio entre los mejores del estado.
Ponsarnau recordará con agrado el buen partido jugado, allá por el 2 de noviembre, en el el Palacio de los Deportes de la ciudad andaluza. Aquel 72-84 que puso de manifiesto que no estaban en la misma onda. Para hoy el grado de necesidad visitante puede ser aprovechado por los MIB, que, antes de viajar a Dijon para afrontar las semifinales de la FIBA Europe Cup, han dispuesto de toda la semana para encarar este duelo con las mejores garantías.
"Intensidad, compromiso y ayuda de nuestra gente"
"No puede ser una final. Pero sí que es otro partido clave. Ya hemos hecho unos cuantos partidos claves en esta liga eh que creo que que más o menos hemos estado bien, pero pero ahora este claramente es evidente que este que este es clave, clave para para el objetivo prioritario trascendental de ser uno de los 16 mejores equipos de la liga", comenta el catalán.
"Creo que hemos estado en partidos bastante maduros, hemos encontrado intensidad, compromiso y la gente, que nos ha ayudado, ¿no? Pues esta misma fórmula para el siguiente partido con con muchas incertidumbres de de qué Granada va a ser, pero con una certeza, ¿no? Tenemos que jugar y encontrar nuestra intensidad, nuestro esfuerzo y nuestra concentración, y estar siempre muy bien enfocados porque buscar nuestro 100% pasa por estar superconcentrados".
Son palabras del coach de Tárrega, que en alusión al adversario, y tras tantos cambios registrados durante las últimas semanas, "les supone un hándicap que es rehacer el equipo, redefinir roles, y reubicar incluso conceptos de juego" en un plantel que es una sucursal de viejos conocidos del Botxo, como Scott Bamforth, Jonathan Rousselle, Pere Tomás, Agustín Ubal y el último descartado tras su efímero y decepcionante paso por Miribilla, Omar Silverio.