La planta de biogás que la Diputación pondrá en marcha en el ecoparque de Artigas empezará a funcionar a finales de 2024 y generará la energía equivalente al consumo anual de 6.000 hogares utilizando la basura orgánica como materia prima. La infraestructura, que supondrá una inversión de entre 17 y 18 millones de euros, ocupará una parte de 8.300 metros junto a la actual planta de compostaje y estará gestionada por una sociedad público-privada.
La recogida de materia orgánica ha experimentado un incremento exponencial en los últimos años y es previsible que lo siga haciendo en el futuro: si hace una década se depositaban en el contenedor marrón 3.428 toneladas, para 2030 se espera que los vizcainos separen más de 50.000. Una cantidad que ni las instalaciones de compostaje de Bizkaiko Konpostegia, que ya fue ampliada y reformada para poder tratar una mayor cantidad de residuos, ni las tres plantas comarcales son capaces de asumir.
Por ello, tal y como adelantó DEIA, la Diputación, a través de Garbiker y junto al Ente Vasco de la Energía, ha buscado una alternativa que permita aprovechar toda esa materia orgánica: una nueva planta de metanización que, a partir de esa basura, producirá biogás que podrá ser inyectado en la red de gas natural para generar calor y electricidad. Ubicada en el ecoparque de Artigas, el territorio seguirá así la estela de países como Alemania o Suecia, en los que este gas se utiliza sobre todo para propulsar vehículos de transporte público.
Garbiker y el EVE han trabajado conjuntamente en el desarrollo de este proyecto para la valorización del residuo que se deposita en el contenedor marrón. El marco en el que se desarrolla la iniciativa es la Estrategia Energética de Euskadi 2030 (3E 2030), impulsada desde el Gobierno vasco. Con esta planta de biometanización se conseguirá una aportación energética equivalente al consumo térmico de 6.000 hogares o al de casi 3.000 vehículos al año, además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 95%, en comparación con las emisiones que irían asociadas a combustibles fósiles.
Nueva parcela en Artigas
La planta se situará en el ecoparque de Artigas, en un parcela de 8.300 metros cuadrados. Se ha elegido esta ubicación para poder utilizar equipamientos ya existentes, cerca del origen y potencial destino de los residuos recuperados, de forma que se minimiza el impacto ambiental que supone el traslado de los mismos.
Para su puesta en marcha, Garbiker y el EVE han licitado la entrada al proyecto de una entidad privada que aportará el conocimiento técnico y operativo necesarios para la construcción y explotación de la planta, así como una parte importante de la financiación necesaria para su desarrollo. Este contrato se prolongará 25 años: los dos primeros para llevar a cabo la inversión inicial y construcción de la plata, y los 23 restantes para su explotación.
Se creará así una sociedad público-privada, que se constituirá este primer trimestre del año y que será la entidad que redacte el proyecto de ejecución, cuya construcción arrancará este 2023 y finalizará a finales de 2024, previsiblemente. A falta de definir el proyecto constructivo, la inversión que se estima para la puesta en marcha de este infraestructura será de entre 17 y 18 millones de euros.
La biometanización que se pondrá en marcha en Artigas es un proceso que degrada la materia orgánica en componentes químicos simples en condiciones de ausencia de oxígeno. El proceso genera un compuesto de fibras, que se puede compostar posteriormente, y un biogás, mezcla de metano, dióxido de carbono y de vapor de agua que, una vez purificado, puede utilizarse como fuente de energía para la producción de calor y electricidad. De hecho, tiene las mismas características caloríficas y comportamiento que el gas natural.
La planta tendrá capacidad para tratar 50.000 toneladas al año de residuos orgánicos, otros 6.000 se derivarán a las plantas de compostaje comarcales y 3.000 más se aprovecharán en Bizkaiko Konpostegia.