El presupuesto asciende a 350.000 euros, con un plazo de ejecución de 4 meses, por lo que se prevé que esté concluida a inicios del año que viene
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado esta mañana el contrato para la reurbanización de la plaza del Grupo Oscoz en el barrio de Rochapea. Se revitalizará el espacio que antes ocupaba un edificio derruido el pasado año con una zona arbolada, nueva iluminación, nuevo pavimento y rampas y escaleras que salven el desnivel con la calle Joaquín Beunza de una manera más estética y amable. El presupuesto de licitación es de 349.937,19 euros y cuenta con un plazo de ejecución de 4 meses. Se prevé que la obra pueda estar terminada para principios del año que viene.
El concejal delegado de Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad, Fermín Alonso, ha dado a conocer en rueda de prensa el proyecto, la reurbanización de esta plaza, que se enmarca en una actuación global de rehabilitación de la zona. Ese proyecto global comienza con su calificación de 'Zona Vulnerable' en junio de 2005. El año pasado, dentro de esas actuaciones previstas, se procedió a derribar el edificio central ubicado en la plaza para crear un lugar más abierto y pavimentado en el interior del Grupo Oscoz, que ayudara a mejorar el entorno y sirviera de punta de lanza a la rehabilitación del mismo.
Esta licitación, y la consiguiente plaza reurbanizada, son un paso más en la transformación de la zona. Transformación que el Ayuntamiento de Pamplona pretende culminar con un Plan de Intervención General (PIG), ya aprobado, para la rehabilitación de los 8 portales del entorno de la nueva plaza, ubicada entre la avenida de Marcelo Celayeta y la calle Abaurrea Alta, esquina con la calle Joaquín Beunza, mejorando sus condiciones energéticas, de accesibilidad y estéticas, e integrándose en el barrio con las mismas características de las urbanizaciones que la rodean.
Renovación completa de la plaza
La propuesta a desarrollar prevé la renovación completa de la plaza, de manera que se solvente el desnivel entre ambos extremos, concretamente en su conexión con la calle Joaquín Beunza, mediante escaleras y rampas de hormigón, cuya pendiente sea menor del 3%, y se adecúe a las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación por acceso y utilización de espacios público urbanizados.
La plaza contará una nueva pavimentación, pues actualmente se transita por la solera de hormigón de la antigua plaza y por el compactado de la zona del edificio derribado. Se han seleccionado como materiales para ese pavimento piezas modulares de hormigón de alta resistencia en tres tonos para la zona de conexión con Joaquín Beunza y para la plaza superior y un pavimento de adoquín veteado alrededor de los cinco árboles que se van a plantar en la franja central de la plaza, con su correspondiente sistema de riego.
En la plaza, en el entorno de esa zona arbolada central, se instalarán cinco bancos de madera de un tramo sin respaldo y otros once bancos con respaldo. Se colocarán tres papeleras ancladas a farolas y se renovará completamente la iluminación del entorno. Se desmontará la instalación existente en fachadas y se colocarán nueve luminarias de un modelo igual al de la calle Joaquín Beunza. Los peldaños y rampas que conectan con esa calle se ejecutarán de hormigón fratasado con barandillas de acero galvanizado. En el otro extremo de la plaza, en la conexión con la avenida de Marcelo Celayeta, se colocará una alineación de bolardos de acero galvanizado para evitar la entrada a la plaza.
Se procederá, asimismo, a la revisión y adecuación de las instalaciones soterradas actualmente, eliminando las conexiones al edificio derribado y reformando las existentes para adaptarlas a la nueva configuración de la plaza. Se crearán las arquetas y los conductos soterrados para el enterramiento de las actuales infraestructuras aéreas, telefonía y electricidad, aunque ese soterramiento de redes no se incluye dentro del proyecto. Por último, se renovará también la instalación de recogida de aguas pluviales y se ejecutará un nuevo pozo que se conectará a los existentes para la recogida de pluviales
Edificio de 1917 derribado para crear la plaza
La plaza la ocupaba hasta el pasado año un edificio de planta baja y tres alturas, destinado a viviendas, que se construyó allá por 1917. A partir del año 1961, la segunda fase de la promoción, objeto del PIG impulsado por el Ayuntamiento, lo dejó encerrado en una especie de patio interior y rodeado por edificios a escasa distancia, creándose zonas angostas y oscuras. El edificio derribado estaba en ruinas, no estaba habitado, carecía de valor y tenía un alto grado de deterioro. Ese derribo se acometió en septiembre del año pasado, con un presupuesto de 143.000 euros.
El plazo de presentación de ofertas para la reurbanización de la nueva plaza comenzará una vez que el anuncio de licitación se publique en el Portal de Contratación de Navarra. Para su adjudicación se valorará con hasta 45 puntos la oferta económica presentada, con hasta 40 puntos la propuesta técnica de planteamiento y desarrollo del proyecto, con hasta 10 puntos se tendrán en cuenta los criterios sociales y con hasta 5 puntos se reconocerán criterios medioambientales.