La polémica como aliada del Rayo

El Rayo Vallecano visita el sábado al Athletic tras acaparar de nuevo portadas y titulares en el plano extradeportivo, ámbito en el que ha vuelto a ser protagonista su presidente, Raúl Martín Presa (Madrid, 10-I-1977). Y no precisamente en términos positivos. El máximo mandatario del club madrileño, licenciado en Administración y Dirección de Empresas siendo también especializado en Investigación y Técnicas de Mercado, asoma al frente de la entidad vallecana desde que adquiriera la propiedad del club en mayo de 2011 de manos de la familia Ruiz Mateos. Asumió entonces una deuda de 40 millones de euros el joven Presa, quien a sus 36 años se hizo con el control de un equipo ligado al barrio y sustentado en unas inquebrantables raíces que han chocado en numerosas ocasiones con el proceder del presidente, en el punto de mira de una afición que le ha afeado distintas conductas a lo largo de la última década.

El último episodio controvertido tuvo lugar la pasada semana. Presa, en medio de una acalorada discusión con varios empleados de la agencia de representación del futbolista Raúl de Tomás en las propias oficinas de la agencia Stellar Group, fue agredido por el representante del delantero, quien propinó al presidente rayista un cabezazo en la nariz que le provocó varias lesiones. “Fue totalmente inesperado y es de ser un criminal, muy cobarde y muy mierda, porque si me lo dice, nos batimos”, declaró días después Presa en el programa Tiempo de Juego de la Cadena Cope, donde aseguró que “estoy defendiendo los intereses del Rayo hasta con la cara”.

Lo cierto, no obstante, es que su relación con el grueso de la afición dista mucho de ser la ideal. Los desencuentros han sido una constante. La tranquilidad que proyecta el equipo en el terreno deportivo con Andoni Iraola como director de orquesta desde la banda choca frontalmente con la figura de un presidente que vive enfrentado con una hinchada que, lejos de mirar hacia otro lado, ha alzado la voz cuando lo ha considerado oportuno. Abierto y público, por ejemplo, es el enfrentamiento del presidente con la afición franjirroja debido a la simpatía que siente este con el partido político VOX y con algunos de sus dirigentes, según se encargaron de poner de manifiesto los propios aficionados del Rayo Vallecano en abril de 2021 bajo el lema Limpiemos nuestro palco.

El motivo de la queja fue la presencia de los políticos Santiago Abascal y Rocío Monasterio en el palco de Vallecas para presenciar un partido contra el Albacete de LaLiga SmartBank. Tras el encuentro, varias plataformas y grupos de hinchas lanzaron un comunicado para convocar una manifestación en las puertas de Vallecas. Más reciente en el tiempo, en febrero de este mismo año, estalló otra polémica en el seno del Rayo como consecuencia de la vuelta de Carlos Santiso como técnico del equipo femenino después de que saliese a la luz un audio en el que se podía escuchar al entrenador hablar con su cuerpo técnico sobre cometer una violación grupal. “Por respeto a la mujer, Santiso fuera de Vallecas”, se pudo leer en una pancarta colgada en la ciudad deportiva del conjunto vallecano. Presa, sin embargo, mantuvo en el cargo a Santiso y, si bien calificó como “deleznables” los audios privados del técnico, aseguró que “ha pedido perdón, y si está arrepentido, hay que perdonarle”.

El ‘caso zozulya’

En febrero de 2017, por el denominado caso Zozulya, Vallecas también se vio envuelto en otro enfrentamiento con su presidente, quien, esta vez sí, terminó por ceder. Horas después de concretar la llegada del delantero ucraniano al club, cedido por el Betis, el jugador y ambos equipos decidieron que este volviera al conjunto andaluz debido a la reacción de una parte de la afición vallecana, que no dudó en mostrar públicamente su malestar en redes sociales e insultó al ariete a su llegada a la ciudad deportiva al acusarle de tener ideología neonazi por “empuñar armas, donar dinero a los batallones fascistas, lucir sus símbolos y manifestar su apoyo activo a la ultraderecha de su país, para quien es un símbolo”.

En incidente con el representante de Raúl de Tomas, así las cosas, es el último episodio de tensión en el que se ha visto inmerso Presa, un presidente unido a la polémica al que se le reprocha también la falta de mantenimiento del campo de Vallecas.