La Policía de Reino Unido ha catalogado formalmente este lunes como un incidente terrorista la explosión registrada el domingo en un vehículo frente al Hospital de Mujeres de Liverpool, cuyas circunstancias aún no están claras pero por la que ya han sido detenidas cuatro personas.
La explosión se produjo cerca de las 11.00 (hora local), en el interior de un taxi. El pasajero del vehículo, pendiente de identificación, perdió la vida en este incidente, mientras que el conductor, identificado por los medios británicos como David Perry, resultó herido.
La unidad antiterrorista de la Policía asumió desde un primer momento las pesquisas, pero no ha sido hasta este lunes cuando uno de sus responsables, Russ Jackson, ha reconocido que la principal hipótesis es que se trate de un incidente terrorista.
Los investigadores apuntan que Perry recogió al pasajero en la zona de Rutland y le llevó hasta el hospital, donde se produjo una explosión. "Se desconoce la razón por la que le llevó al Hospital de Mujeres, así como la razón de la repentina explosión", ha dicho Jackson.
No obstante, sí que parece que se debió a un artefacto de fabricación casera que portaba el pasajero. El domingo, las autoridades ya detuvieron a tres hombres de 21, 26 y 29 años por su presunta vinculación con estos hechos y este lunes se ha confirmado un cuarto arresto, el de un joven de 20 años en Kensington.
La Policía examina también los motivos que estarían detrás de este caso, ocurrido en el Domingo del Recuerdo, que rinde homenaje a los británicos caídos en conflicto. La explosión tuvo lugar cerca del lugar de los homenajes y Jackson ha señalado que "es una línea de investigación".
Tras la confirmación del trasfondo terrorista, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha convocado una reunión de los principales mandos de seguridad y, en ella, se ha acordado elevar el nivel de alerta, hasta el segundo más alto.
Las autoridades creen que es "muy probable" que se produzcan otros hechos similares. No en vano, el de Liverpool es el segundo suceso de este tipo en menos de un mes, después del asesinato del diputado conservador David Amess.
Johnson ha evitado ante los medios que comentar "detalles del caso" o sobre su "motivación" mientras avanzan las investigaciones, pero sí ha hecho hincapié en que supone un "recordatorio" sobre la necesidad de estar "vigilantes". "Lo que ayer quedó de manifiesto, por encima de todo, es que el pueblo británico no se dejará intimidar por el terrorismo", ha añadido.
EL TAXISTA "HEROICO"
La clave de las investigaciones podría tenerla el taxista, al que las autoridades, entre ellas el propio Johnson, han descrito públicamente como un héroe. Su mujer, Rachel Perry, ha asegurado en declaraciones al 'Daily Telegraph' que su marido "está bien", pero aún "procesando" lo que ha vivido.
"Hay muchos rumores circulando por ahí acerca de que es un héroe y encerró al pasajero en el coche, pero lo cierto es que tiene suerte de seguir vivo", ha añadido.
La alcaldesa de Liverpool, Joanne Anderson, ha asegurado que Perry se comportó de manera "heroica". En concreto, ha aplaudido que fuese capaz de salir del taxi y de "cerrar las puertas", lo que evitó "un desastre absolutamente horrible" el domingo.