La investigación que ha terminado con el arresto de tres personas en Pamplona por traficar con pasta base o crack ha sido realizada por parte del Grupo de Delitos Contra la Salud Pública de la Policía Foral y se enmarca en el Plan Estratégico del cuerpo autonómico para reducir la reincidencia en los delitos contra la salud pública, especialmente sobre el tráfico de drogas.
El responsable de dicha brigada afirmó este martes a preguntas de este periódico que “no ha habido un aumento de incautaciones de estas sustancias ni se ha percibido una especial alarma al respecto. Pero es muy preocupante que una sustancia que causa daños tan graves a la salud esté presente en la calle por el peligro que conlleva”.
El jefe policial expone que en Navarra existe un consumo del crack por parte de toxicómanos habituales, “gente que está muy enganchada. El crack en España se hace con cocaína de calidad, produce una enorme adictividad y de esta sustancia se acaban desenganchando muy pocos consumidores. Es muy complicado deshabituarse de la pasta base, que causa efectos más instantáneos que la cocaína aunque de menor duración. El que la utiliza, la usa habitualmente, es decir, no existe un consumo esporádico de esta sustancia durante los fines de semanas. En el momento de hacerlo, a los pocos días, genera la necesidad física de volver a consumir y por eso es una sustancias cuyo tráfico y consumo nos preocupa”, relata el policía.
El responsable de la brigada especializada de la Policía Foral comenta que el crack se obtiene después de un proceso de cocinado de la cocaína en el que se mezcla con amoniaco y acaba la sustancia convertida en cristal, con lo cual se reduce la cantidad tóxica también a consumir. Si bien en Latinoamérica arrastran muchos años de consumo y es frecuente entre estratos bajos de la sociedad, debido a que se fabrica con los restos de la planta de coca, en Europa es distinto porque para su fabricación se utiliza la propia cocaína”.