La Policía paquistaní informó este miércoles de que ha detenido al propietario y al operador del teleférico del que fueron rescatadas ocho personas ayer, incluidos seis niños, tras quedar suspendidas más de 12 horas en el norte de Pakistán.
"La policía ha detenido hoy al propietario, Gul Zarin, y al operador del teleférico", dijo a EFE Abdul Latif, policía local de Allai, la localidad situada en un área montañosa de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, donde ocurrió el accidente.
"Ambos han sido detenidos acusados de no tomar medidas de seguridad para operar el teleférico", precisó Latif, quien agregó que la telecabina ha sido clausurada.
El accidente tuvo lugar el martes a las 08.00 horas (02.00 GMT), cuando dos cables de un teleférico en Allai, en el distrito de Battagram, se rompieron y dejaron varada a 350 metros de altura la cabina, que llevaba ocho pasajeros que se dirigían a una escuela.
Los equipos de rescate tardaron más de 12 horas en rescatar a los ocupantes con la ayuda de varios helicópteros militares en una peligrosa operación.
Lograron sacar a las dos primeras personas atrapadas con la ayuda de helicópteros, de los que las autoridades colgaron una cuerda con un cabestrillo, al que se ataron algunos de los pasajeros para luego elevarlos hasta la aeronave.
Esta operación, sin embargo, implicaba cierto peligro para las personas que seguían en la cabina, puesto que las ráfagas de viento de las hélices hacían que se tambaleara.
El resto de los ocupantes fue rescatado por miembros del cuerpo especializado del Ejército, que se colgaron del cable para sacar a varios pasajeros.
Muchos teleféricos de esta zona montañosa son fabricados e instalados por los mismos lugareños sin seguir las normas de seguridad oficiales.
En medio de las peticiones en las redes sociales por la peligrosidad de estos teleféricos, las autoridades han cerrado ocho de ellos en el distrito de Mansehra, colindante con Battagram.
No es la primera vez que ocurre este tipo de accidente en el país, donde en 2017 un mimo tipo de teleférico se desprendió de un cable y cayó a cientos de metros, matando a 12 personas e hiriendo a otras dos.