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La práctica cinegética sigue siendo necesaria para controlar las poblaciones de jabalís, corzos y ciervos

Septiembre abre la temporada de la caza mayor en buena parte de áreas cinegéticas de Euskal Herria
La sequía está afectando de manera notable al jabalí. | FOTO: N.G.
La sequía está afectando de manera notable al jabalí. | FOTO: N.G.

El final del verano es un momento esperado con cierta ansiedad por parte de los aficionados a la caza mayor, ya que con el mes de septiembre llega la apertura de los plazos para practicar esta modalidad cinegética. En Euskal Herria, en concreto, son tres las principales especies que pueden ser abatidas, el jabalí, el corzo y el ciervo, aunque esta última no está presente en territorio de Gipuzkoa.

La creciente presencia de estas tres especies hace que su caza sea imprescindible para controlar las poblaciones y para tratar de reducir los daños que generan en la agricultura y los pastizales, así como por los siniestros que provocan en las carreteras.

Es el caso incluso del corzo, cuyas poblaciones han decrecido “debido a que los excesos poblacionales han provocado la proliferación de parásitos y enfermedades. Pero es necesario seguir cazando para reducir su número y recuperar la calidad de la especie con ejemplares más sanos”, según el zoólogo, doctor en Ciencias Biológicas y responsable de Aran Servicios Medioambientales, Florencio Markina.

El jabalí, por su parte, “sigue siendo un problema”, y aunque la bonanza del invierno ha contribuido a “tener una buena cría”, las perspectivas indican que “el período de sequía en el que nos encontramos les está afectando bastante, ya que se están concentrando en unas pocas zonas húmedas y, además, tienen el hándicap de que no hay bellotas porque se han caído antes de tiempo”.

El ciervo, en su caso, “se está expandiendo territorialmente y además de estar presente en casi toda Araba, en Bizkaia se está extendiendo hacia la costa”, señala Markina, quien apunta además que esa expansión “no es nada buena, ya que se trata de una especie de gran tamaño que provoca muchos daños”.

Períodos cinegéticos

Las órdenes establecidas para los tres territorios de Euskadi, así como para Nafarroa, varían en cuando a las fechas en las que está autorizada la caza de caza especie. En Gipuzkoa coinciden los períodos establecidos tanto para el jabalí como para el corzo, que van desde el 2 de septiembre hasta el 2 de abril, aunque se establece también un período de una semana “del 22 al 30 de abril, probablemente para intentar reducir los daños que estas especies generan en los pastizales”, según Markina.

Esas dos especies, además de los ciervos, son las que podrán ser cazadas en los demás territorios de Euskal Herria al sur de los Pirineos. En Nafarroa se autoriza la caza del jabalí y de corzos los jueves, sábados, domingos y festivos del 15 de agosto hasta el 26 de febrero y hasta el 31 de julio en aguardos y esperas nocturnas. Los ciervos machos, por su parte, podrán ser abatidos a rececho hasta el 2 de octubre y en batida y montería del 12 de octubre hasta el 26 de febrero.

En Araba, el jabalí podrá ser cazado del 1 de septiembre hasta el 15 de marzo; el corzo macho desde el 1 de abril hasta el 30 de junio y, al igual que las hembras durante el mes de octubre, aunque las corzas también podrán ser abatidas en enero y febrero. El ciervo en este territorio puede ser cazado entre el 11 de octubre al 28 de febrero, con cupo en la zona de Gorbea y sin cupo en el resto del territorio.

En Bizkaia, por último, el jabalí puede ser cazado desde el 4 de septiembre hasta el 26 de febrero; los corzos machos desde el 15 de abril hasta el 30 de junio y las hembras desde el 15 de diciembre hasta el 31 de enero. Los ciervos pueden ser abatidos en las zonas de Karran-tza y Orozko entre el 1 de noviembre y el 25 de enero, y con respecto a esta última especie Markina considera necesario incrementar la presión cinegética en este territorio, “para empezar a quitar ejemplares de las zonas periféricas al Gorbea e intentar evitar que se convierta en un problema”.

Imprescindibles

Para afrontar la nueva temporada de caza, los armeros disponen de los rifles y accesorios imprescindibles para desarrollar esta actividad en las mejores condiciones posibles, y además de ofrecer todo tipo de información sobre lo que ofrece el mercado, proporcionan la asesoría y consejo que puede necesitar cualquier aficionado.

Una de las novedades más destacadas de la nueva temporada es el rifle Beretta BRX1 “un arma polivalente para caza mayor que puede ser utilizado tanto para batidas como para rececho” que se caracteriza por ser “de cerrojo rectilíneo, con cañones intercambiables y cuyo cerrojo puede ser colocado tanto para zurdos como para diestros”, según señala Iñigo Sarasketa, de la armería zornotzarra que lleva su apellido.

Uno de los aspectos más destacados del BRX1, sin embargo, “es su precio ya que cuesta 1.549 euros, la mitad de los que vale un rifle de la competencia”, con lo que puede decirse que “casi se está vendiendo solo”, apunta Sarasketa.

La escasez de munición es uno de los problemas derivados de la geopolítica mundial, ya que “falta munición metálica de muchos calibres y no hay suministros”, señala el armero. Ante ese contexto y para la actividad que ahora comienza, recomienda el Sako Super Hammerhead de calibre 306, con punta de batida, ergonómica y barata, ya que la caja de 20 unidades ronda los 40 euros.

Para la temporada de caza mayor Sarasketa también recomienda aprovisionarse de calzado, complemento que recomienda botas de la marca Zamberlan, porque “están hechas a mano y con cualquiera de sus sistemas de cierre proporcionan un resultado bárbaro”.

Otra recomendación es la de utilizar collarines GPS para perros, entre los que destacan las marcas Garmin o Dog Trace, que pueden rondar los 849 y los 420 euros, respectivamente.

2022-09-17T08:47:07+02:00
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