La presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció ayer que presentará un proyecto de ley para el adelanto de elecciones a abril de 2024 como respuesta a las protestas sociales que se están produciendo en varias zonas del país contra su Gobierno. “Interpretando de la manera más amplia la voluntad de la ciudadanía, he decidido asumir la iniciativa para lograr un acuerdo con el Congreso de la República para adelantar las Elecciones Generales para abril del 2024”, declaró en un discurso a la nación con motivo de las manifestaciones que han dejado por el momento dos muertos y varias decenas de heridos.
La mandataria peruana, que asumió el cargo al ser entonces la vicepresidenta tras la destitución de Pedro Castillo, explicó que “en los próximos días” enviará al Congreso un proyecto de ley para que sea “consensuado con las fuerzas políticas representadas en el Parlamento”.
Boluarte señaló que la aprobación de esta ley implica reformas constitucionales, mientras que su gabinete “promoverá, asimismo, la concertación en el Congreso de la República de una ley de Reforma del Sistema Político”. Asimismo, criticó la escalada de la confrontación y aseguró que los enfrentamientos no son “saludables para el país, ni para la economía, ni para luchar contra la pobreza”.
Mantener el orden
Boluarte desveló que su Ejecutivo ha declarado el estado de emergencia en tres regiones del país: Ica, Arequipa y Apurímac, donde el domingo fallecieron un menor de 15 años y un joven de 18. “Anuncio el estado de emergencia en las zonas de alta conflictividad social. He dado las instrucciones para que se recupere pacíficamente el control del orden interno, sin afectar los derechos fundamentales de la ciudadanía”, aseveró. “Lamento el fallecimiento de nuestros compatriotas. Expreso mis sentidas condolencias a sus familiares”, añadió.
En las calles y el aeropuerto
En este contexto, al menos 25 puntos de la red de carreteras peruanas, entre ellas las panamericanas Sur y Norte, fueron cortados ayer por manifestantes que pedían la renuncia de Dina Boluarte y el cierre del Congreso.
Las regiones del sur de Perú, donde el expresidente Pedro Castillo tiene más apoyo, concitaron la mayoría de los cortes de la red de carretas, principalmente en los departamentos de Arequipa, donde los manifestantes también tomaron Cuzco.
Por otro lado, miles de personas tomaron el aeropuerto de Arequipa, en el sur de Perú, lo que desató un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que se saldó con al menos cuatro heridos, según las primeras informaciones recogidas por los medios locales.
Unos 2.000 manifestantes contrarios al actual Gobierno entraron en la pista principal del Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón, mientras que se registraron ataques contra otras instalaciones. En la zona se desplegaron efectivos de la Policía Nacional y también de las Fuerzas Armadas, según señaló la emisora RPP.
La empresa que gestiona el aeródromo, Aeropuertos Andinos del Perú, informó del “cierre” de las instalaciones hasta nuevo aviso. Todo el personal fue evacuado, indicó la empresa en un comunicado, en el que confirmó que el aeropuerto había sido “invadido” por un grupo que “ha puesto en riesgo la seguridad de los pasajeros” con ataques a infraestructuras. Aeropuertos Andinos del Perú instó a la población “al cese de violencia y al respeto de los derechos de los ciudadanos y el libre tránsito”, al tiempo que reclamó a las autoridades “el control de la seguridad de todos”.
Asimismo, la policía peruana aseguró que más de 6.000 manifestantes contra el Gobierno de Boluarte fueron los causantes de los cortes de carreteras que afectaron a miles de conductores. –