Nadie esperaba que apareciese tan pronto. Con el nuevo formato quién más o quién menos visualizaba una primera fase sin tantas curvas ni sobresaltos que en anteriores participaciones europeas. Es más, algunos confiaban en que el desgaste no iba a ser tan grande. Así lo diagnosticó el propio Imanol hasta el punto de que sus dos primeras alineaciones fueron revolucionarias.
En Niza recurrió a la cantera y el equipo respondió bien y logró rascar un buen punto que pudieron ser tres o ninguno. Y en Anoeta ante el Anderlecht repitió un patrón parecido, con un inesperado mismo esquema de cinco defensas que acabó en accidente en parte condicionado por los graves incidentes provocados en la grada por los ultras belgas.
La Real no puede dejar escapar otra jornada más sin vencer si no quiere entrar en la sala de urgencias en una competición que muchos, dentro y fuera del club, marcaron como el objetivo prioritario para esta temporada por el sueño de alcanzar la final de Bilbao. El equipo realista visita a un sinhogar que todavía está peor porque suma sus dos encuentros por derrotas. Pase lo que pase, todavía habrá tiempo para rehacerse y remontar el vuelo, pero ya no habrá más margen de error.
Momento de Marrero
Imanol optará por hacer rotaciones seguro, porque el domingo le aguarda un rival muy exigente, como Osasuna, en un duelo en el que sus pupilos están obligados a confirmar su notable mejoría. La baja de Remiro centra la atención en las horas previas, ya que no se ha perdido un duelo en el viejo continente desde 2022, en la eliminatoria ante el Leipzig en la que fue titular el australiano Ryan. Unai Marrero se estrenará en Europa, en lo que debería ser un paso más lógico en su línea de progresión. Como siempre ha defendido su técnico, "está preparado". Y esta vez no va a sufrir la presión ambiental que tuvo que soportar en el derbi de San Mamés.
Si Imanol regresa al 4-4-2, lo normal es Odriozola, Jon Martín o Aritz, Pacheco y Javi López o incluso Aihen en defensa. Si se mantiene en los tres centrales, formarían los citados con Aguerd descansando. En la medular Zubimendi podría volver a actuar de guardian, con Turrientes y Sergio Gómez. Y arriba, Kubo y no es descartable que entren Becker y hasta Sadiq.
El rival
El Maccabi es el líder destacado del campeonato de su país y los que le han visto cuentan que no ha merecido perder en ninguna de las dos jornadas anteriores. Cuidado. Un equipo ganador que juega sin afición y en otro país, lo cual le dota de una mayor misterio.
Un melón por abrir que esperemos no se le atragante a una Real en pleno crecimiento que ya no quiere más recaídas.
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