Fibrocementos, hidrocarburos, cenizas de pirita, metales pesados, plomo, níquel, líquidos refrigerantes PCB, tierra empapada en fuel-oil, compuestos químicos formados por cloro, carbón e hidrógenos...
Estos son algunos de los productos contaminantes que han sido erradicados de dos tercios de la isla de Zorrotzaurre y los muelles del Canal de Deusto, la superficie que compone la primera fase de urbanización o Unidad de Ejecución 1 (UE 1) del proyecto urbanístico más importante que se desarrolla en Bilbao.
Han sido necesarios cinco años de trabajos continuos a pie de parcela por parte de la Junta de Concertación de Zorrotzaurre (JCZ) que ya se han visto culminados a falta de cerrar la tramitación administrativa que dé el visto bueno al solar de Cadenas Vicinay, el último en proceso de aseo.
"De los 390.000 metros cuadrados que acoge la UE 1 hemos investigado 180.700 que se sospechaba podían estar sucios. De esta cantidad algo más de 38.000 se encontraban limpios y en el resto, 142.620, se ha tenido que actuar", detalla Juan Carlos Sinde, gerente de la entidad responsable de la labor de limpieza.
Una suma de solares similar a 20 campos de San Mamés que, curiosamente, ha generado una labor de esterilización inferior a la prevista, "alrededor de un 60% menos", acota Sinde. Ello ha determinado que, en el computo global, haya sido devuelta gran parte de la cantidad de euros inicial que los propietarios de las parcelas, como responsables últimos de financiar la descontaminación, habían comprometido con la JCZ como ejecutora de la limpieza. Sinde detalla cómo "la estimación inicial se cifró en 10,5 millones de euros y al final, ha salido un coste de 4,1 millones, menos de la mitad". Eso sí, no se han reintegrado los euros adelantados entre los años 2015 y 2016 a todos los dueños de los terrenos.
"Algunas parcelas estaban casi limpias y ha habido que devolver el dinero, por contra, en otras se ha detectado incluso más contaminación de la que se esperaba", indica el responsable de la JCZ.