La primera mujer en alunizar lo hará sobre un mar oculto en el polo sur de la Luna que ha encontrado una IA

Actualizado hace 8 minutos

Las técnicas de aprendizaje automático (AA) han ayudado a distinguir los tipos de material presentes en la superficie en la cuenca Aitken del Polo Sur central de la Luna, revelando un mare (un mar lunar) oculto en el satélite terrestre.

Cubriendo la parte central de esta cuenca hay tres tipos diferentes de material de superficie: mares (planicies extensas, oscuras y basálticas), criptomares (mares de color más claro y parcialmente ocultos) y franjas expansivas de llanuras lunares de color claro. Distinguir entre los tres a simple vista puede ser difícil y llevar mucho tiempo a los científicos.

En morado, la Cuenca de Aitken en el polo sur de la Luna. Ittiz

El nuevo mare

Un grupo de científicos, dirigido por el asociado sénior de investigación del Planetary Science Institute (PSI), Frank Chuang, se propuso ver si podían usar técnicas de aprendizaje automático para identificar y mapear estos tipos de materiales utilizando el albedo (la cantidad de luz o radiación que se refleja desde una superficie) y datos topográficos del Lunar Reconnaissance Orbiter.

El equipo aplicó dos algoritmos de aprendizaje automático a los datos. El primero, llamado agrupamiento de K-medias, es una técnica “no supervisada” en la que el algoritmo define y mapea los datos en unidades según sus valores y ubicación. El segundo, la Clasificación de Máxima Verosimilitud, es una técnica “supervisada” que se basa en áreas de entrenamiento definidas por el usuario para cada tipo de unidad en el proceso de identificación y mapeo.

El equipo utilizó esta misma técnica en un artículo de 2022 para mapear los remolinos lunares, una característica diferente del albedo observada en la Luna.

El polo sur de la Luna

El polo sur de la Luna es el punto más austral del satélite terrestre. Para los científicos y astrónomos, es de mayor interés que el del norte, ya que su zona de sombra protegida del Sol es más extensa, lo que aumenta la posibilidad de que exista agua congelada.

Los cráteres del polo sur lunar son únicos, ya que la luz del Sol no llega hasta su fondo. Tales cráteres son trampas heladas que contienen un registro fósil del sistema solar primitivo.

Se cree que esta región podría ser adecuada para ubicar una base lunar, por lo que el proyecto Artemis, que llevará de nuevo al ser humano a la Luna, tiene previsto centrar allí sus exploraciones. Es el lugar donde alunizará la primera mujer en la misión Artemis III, prevista como muy pronto para finales de 2026.

La IA y el espacio

La Unión Geofísica Americana (AGU por sus siglas en inglés) afirma que se evidenció un cambio en cuanto al estudio del sistema solar gracias a la IA y el aprendizaje automático.

• Analizar y procesar datos recopilados: Esto permite hallar nuevas aplicaciones mediante algoritmos que realizan clasificaciones y predicciones.
• Contar con un marco metodológico reforzado: Esta tecnología aporta datos de calidad y alto rendimiento.
• Replicar objetos de estudio de forma apropiada tras la selección de una arquitectura de modelos.
• Abordar tareas complejas que estudian la actividad meteorológica, hidrometeorológica y de estaciones sísmicas con redes instrumentales, teledetección, satélites y drones.
• Reducir y prevenir los riesgos de que ocurran desastres y peligros naturales en la Tierra, pero que también pueden ayudar a prevenirlos cuando se llegue a colonizar Marte.

Se cree que el polo sur lunar podría ser adecuado para ubicar una base lunar, por lo que el proyecto Artemis, que llevará de nuevo al ser humano a la Luna, tiene previsto centrar allí sus exploraciones. Es el lugar donde alunizará la primera mujer, en la misión Artemis III, prevista como muy pronto para finales del año 2026.