La princesa Mette-Marit de Noruega admitió este miércoles que 2024 ha sido un año "muy duro" y que la familia ha recibido "ayuda profesional" del sistema sanitario, después de que su hijo Marius Borg Hiby fuera acusado de varios delitos sexuales.
"Ha sido duro. No se puede decir otra cosa. Ha sido muy, muy duro para nosotros", declaró la esposa del príncipe heredero de Noruega, Haakon, al programa 'El año con la familia real' de la cadena estatal NRK.
"Si tuviera que elegir una palabra para este año, creo que sería exigente. Ha sido un año exigente y un otoño exigente para nosotros. No vamos a ocultarlo", reconoció.
Mette-Marit también contó que durante un "largo tiempo" la familia ha recibido ayuda profesional del sistema de salud, sin detallar si se refería a ayuda psicológica.
"No creo que hubiésemos sido capaces de soportar una situación así sin esa ayuda, juntos como familia, y al mismo tiempo mantener nuestras obligaciones para con el pueblo noruego", señaló la princesa, cuyo hijo Marius es fruto de una relación anterior y no forma parte oficial de la familia real.
Investigado por otro delito sexual
Hiby quedó en libertad a finales de noviembre, después de que la Policía renunciase a pedir una extensión de la prisión preventiva de una semana dictada por un juzgado por la presunta comisión de dos violaciones.
El joven de 27 años además está siendo investigado por otro delito sexual contra otra mujer.
En total hay siete agraviados -de ellos seis mujeres- en el caso contra Hiby, imputado también por lesiones y daños a tres exnovias, amenazas a un hombre y conducir sin carné.
Hiby no tiene compromisos oficiales con la Casa Real, aunque acude a algunas celebraciones como los cumpleaños de sus hermanastros y siempre ha mantenido la relación tanto con Haakon como con los reyes Harald V y Sonia.